Raquel Vargas
EOL (Bs. As.)
Integrantes del grupo de trabajo:
Laura Darder, Analía Cross, Roberto Cueva, Gabriela Scheinkestel, Estefanía Elizalde, Lorena Hojman, Denise Engelman, Jesica Lagares, Raquel Vargas
«Deseo decir en formas ya mudadas en nuevos cuerpos»
Ovidio, Las metamorfosis, Libro I
Si el proverbio chino es cierto y lo más oscuro está siempre bajo la lámpara, entonces, cuerpo «de» hombre es un título que no se deja iluminar tan fácilmente y sacude lo pretendidamente natural. Si tomamos «cuerpo» y «hombre», por separado, tanto una como otra, podrían andar sueltas. El «de» resulta una articulación especial como la del signo losange y arroja algo así como variaciones sobre el cuerpo.
El falo arma tanto el cuerpo del hombre como el de las mujeres, ¿Cuáles son las diferencias? ¿Son jerarquías del falo, falocracias, como se lamentan los teóricos del género? En uno de estos ensayos (1) hacen un recorrido, para el abordaje de la sexualidad masculina, a partir del concepto de falo. Hablan entre otras cosas del «malestar de los varones» y ponen entre comillas el asunto del «enigma» de lo femenino freudiano. Toman a Lacan a partir de «La significación del falo» y concluyen que Freud se debatió inútilmente tratando de definir a la feminidad y por lo tanto definir un nuevo objeto de estudio; el hombre también falla.
«Hombre» y «mujer» son significantes que pierden sus fuerzas simbólicas. Hay mutaciones.
En la antigüedad, la poesía, las fábulas, los mitos, explicaban los grandes enigmas del mundo tan propio y ajeno. La ciencia fue despojando de la magia a las palabras y creando otras. Es difícil hacer de la palabra «género», poesía. Metrosexual, viagra, prótesis, nuevas palabras enlistadas en un discurso que aspiran al cuerpo teórico que logre una ciencia de lo real. «¿Estamos sin embargo a la altura de aquello que parece que somos, por la subversión freudiana, llamados a sostener, a saber, el ser-para-el-sexo?». (2)
El inconsciente en su primera flor puede llamar a la nostalgia y una práctica que se apoye en ella es puro idealismo. Sin nostalgia y sin idealismo, ¿Cómo definimos las cosas, cualquiera de ellas? Lacan dice a través del Cratilo de Platón lo que pasa con las palabras en ocasión de poesía. Son pequeñas bestias que hacen lo que se les da la gana. (3)
Hace poco, unas residentes quisieron una foto con Eric Laurent, quien posó alegre y cordial junto a la juventud lacaniana, como la llamó. Esta juventud y tantas otras trabajan en algunos frentes de nuestra ciudad, donde los conceptos se ponen a temblar. ¿El falo es realmente prêt-à-porter? El falo que deriva del padre no está siempre listo para usar. En cambio, el inconsciente es lo más democrático que hay. No encontramos que haya realmente falocracia. No encontramos en las propiedades del falo la democracia que demuestra el inconsciente, que aunque palidece, dice Lacan, no lo lamenta, ya que es allí mismo, incluso en su palidez, donde se asume el registro de lo vivo de la práctica.
Entonces, no hacer ciencia de lo real a través de la sociología, la filosofía o incluso desde el psicoanálisis. No a la nostalgia de otras épocas del inconsciente en flor, no al asistencialismo de los que reciben duros golpes de los temblores de las normas. ¿Qué nos queda?
Si la pulsión trae algún mensaje en su circuito es para decir que no tiene ninguna posibilidad de convertir en ciencia los ecos del cuerpo. Hacer de la pulsión poesía nos parece más apropiado. Cuerpo de hombre, si se presenta tal cuestión para el sujeto, será para ser descifrado. El cuerpo descifrado es un cuerpo para todo uso. (4)
El hombre es también un amo inventado para apaciguar la esclavitud del cuerpo. Un Odiseo, una odisea para hacerse hombre: alejarse de las mujeres, pero no tanto, de la madre pero seguir venerándola, de los homosexuales, salvo en el club de la pelea o en la cancha y de los niños, todo lo que se puede disimular. Hay una pluralidad de respuestas en los diferentes mapas y territorios, múltiples trincheras del cuerpo humano.
¡X es diez veces más grande que Y! Esta es una revelación de la embriología y la respuesta que Tiresias pagó con un doble castigo, perdió su cuerpo de hombre y cuando lo recuperó lo tuvo pero con un punto ciego se hizo mirada oracular.
Aceptamos que X y que Y cualesquiera sea su tamaño, se presenten a la mesa de discusión. La aceptamos porque preservamos la pequeña x que sostiene un enigma.
Notas
- Burin,M., Meler, I., Varones, Género y Subjetivad Masculina, L. M., Bs. As., 2000, p. 155.
- Lacan, J.,» Alocución sobre las psicosis del niño», Otros Escritos, Paidós, Bs. As., 2012, p. 385.
- Lacan, J., «Radiofonía», Otros Escritos, op. cit., p. 427.
- Laurent, E., «Poética Pulsional», La Carta de la Escuela.