Por Paula Szabo y Lisa Erbin

5 de abril de 2017 • Sede de la EOL

Una concurrida noche de trabajo en vías al ENAPOL: Asuntos de familia. Bajo la coordinación de Ernesto Sinatra la mesa integrada por Mónica Torres, Graciela Brodsky y Ernesto Derezensky trabajó e intercambió sobre el tema: Locuras familiares.

La noche comienza con el realismo de Ostatnia Rodzina de Jan P. Matuszynski. La proyección de algunas escenas del film, dieron el marco a la discusión que tendría lugar allí. The Last Family es una película para leer según nos dice Ernesto Sinatra, Presidente del VIII ENAPOL.

Mónica Torres ubica las pasiones que se juegan en la familia. El Das Ding freudiano, antecedente de lo Real lacaniano, puede ser ubicado en siete dimensiones. La familia es un intento, siempre fallido, de velarlo.

Se pregunta a qué viene a responder la ley de matrimonio igualitario en relación a la familia. ¿Cómo se produce el pasaje de lo homo, en tanto goce clandestino, al intento de ser alojado en el marco de la ley?

Otro tema que nos presenta es el empuje a lo Trans, efecto de la época, que empuja a una búsqueda constante que intenta hacer desaparecer las diferencias, no solo entre madre y padre, sino también entre los géneros.

Graciela Brodsky se orienta por la pregunta ¿qué nos enseña la psicosis de la familia?

El enigma de la relación madre-hija es el infanticidio. Para esto Brodsky trae un caso de la presentación de enfermos hecha por Eric Laurent [1] publicado en el libro El amor en las psicosis. El amor loco de una madre. Hay un destino familiar que atraviesa tres generaciones. [2] Algo que se repite de lo que quiere librarse. Matar a la hija, quien encarna el lugar intruso de lo Otro, lo ajeno, Unheimlich. La forclusión del Nombre del Padre no permite abrochar significante con significado, la metonimia se dispara y el punto de capitón no se alcanza. La relación madre-hija: es el abismo.

¿Cuáles son las consecuencias de la declinación del Nombre del Padre en la relación madre-hija/o?

La declinación del Nombre del Padre no trae aparejada la declinación de la búsqueda de una mediación entre madre-hijo. El estrago madre-hija toma nuevas dimensiones. Para Lacan la familia sale del mito y pasa a la dimensión de estructura

La parentalidad o responsabilidad parental, nuevo concepto jurídico que reemplazó a la patria potestad, propone igualar los cuidados de los hijos, un cierto intercambio de lugares entre los padres. El niño es el que introduce la disparidad, es el que trae lo Otro. Desde ahí podemos pensar la psicosis puerperal desencadenada por dicha irrupción o el llamado del Un padre. Los padres como pares y el hijo como Otro. La familia incubando lo Otro en su seno.

Ernesto Derezensky nos trasmite la trama de la novela La familia de Gustavo Ferreyra. [3] Ubica allí una saga de tres generaciones. Presenta a Correa Funes, su protagonista, como “un pequeño sujeto para una gran vida” o como un filósofo de la anti-familia. Ejemplo literario del retorno de lo ominoso en la familia.

Luego del debate y la conversación se cierra la noche con la siguiente formulación: “El psicoanálisis es lo que da la posibilidad, uno por uno, de abordar las cuestiones de familia”.

NOTAS

  1. http://www.revconsecuencias.com.ar/ediciones/005/template.php?file=arts/alcances/El-amor-loco-de-una-madre.html
  2. Lacan, J., Discurso de clausura de las Jornadas sobre las psicosis en el niño, Octubre de 1967.
  3. Puede verse una entrevista al autor en nuestro Boletín Asuntos! #4