EDITORIAL

Sandra Arruda Grostein

La entrevista hecha a Gerard Wajcman, y establecida en un video por Marcelo Veras, orienta la elección de los textos del Flash 5. Tanto su investigación desarrollada en el Centro de Estudios de Historia y Teoría de la Mirada, como en relación a su libro “L’oeil absolu”, se ha mostrado una referencia frecuente en este debate sobre lo imaginario, en particular entre nuestros compañeros de la EOL. El destaque está en el hecho de que él articula en el origen de la belleza, un punto de horror que apela a la mostración y no a la representación. Mario Goldemberg, Graciela Musachi, Angélica Marchesine, compañeros de la EOL, y María Cristina Giraldo, de la NEL-Colombia, desarrollaron en sus comentarios algún aspecto sobre la mirada en tanto absoluta, sea a través de un “nuevo encuentro con Lacan”, para Graciela en un desplazamiento del lugar del ojo y de la mirada en el psicoanálisis hoy, sea en su relación con la propaganda vehiculada por el Estado Islámico, convocando a todas las miradas para sus horrores, como comenta Angélica.

Mario, por su lado, cita Wajcman en la mutación en curso, sin precedentes en la historia de los hombres, atribuida a la presencia de la pantalla del computador, del celular, Ipad, Iphone, etc, modificando las relaciones con el mundo, con el cuerpo y con el ser, y localiza el lugar del psicoanálisis en este proceso. María Cristina llama la atención sobre las consecuencias de los desplazamientos de las populaciones que ocurren en Colombia en función del conflicto armado-ordinario y generalizado, cuya estadística cifra el retorno de lo real, sin inscripción simbólica, apoyándose en el “ojo absoluto” que pretende hacer visible todo lo real.

Aprovechen la lectura!

Videoflash 2 – Entrevista con Gerard Wacjman realizada por François Ansermet y Pierre Magistretti

Me intereso trabajar en el brainstorming, la propuesta de “testimoniar en acto sobre nuestra posición, como psicoanalistas, no solo en la cura, sino también en la ciudad”.

Así como el siglo XIX fue « un siglo de manos » como decía Rimbaud, el siglo XX ha sido un siglo de máquinas, el siglo XXI se perfila como, un siglo de pantallas. Además del cine y la televisión, tenemos una nueva variedad de pantallas: el ordenador con Internet, el teléfono móvil, el gps, el ipod, el ipad, el e-reader, los LCD, LED full hdmi, etc etc hasta inclusive portarretratos digitales.

Através de la pantalla se sueña, se juega, se lee, se escribe, se vigila, se envían y reciben correos, se puede hacer un check in, se compra, se hacen lazos, se goza.

Gerard Wajcman comienza su reciente libro « El ojo absoluto » (- L’oeil absolu-, ed. Denoël, Paris, 2010) diciendo: “Una mutación sin precedentes esta en curso en la historia de los hombres. Esto cambia nuestra relación al mundo, a nuestro cuerpo, a nuestro ser mismo”.

Hay un doble aspecto del Superyó de la época, por un lado la seguridad, la video vigilancia, la lógica inmunitaria, como lo ha conceptualizado, el filósofo italiano Roberto Esposito en Immunitas,( Amorrortu editores , BsAs 2005). Por otro lado la pantalla como diversión, como entretenimiento.

La lógica inmunitaria coincide con la evaluación, todo puede ser visto, todo controlado, satélites, video cámaras, que han mostrado su falla en el episodio de la masacre de Virginia tech, efectuada por Cho Seung-Hui, a quien podemos ver y escuchar hoy mismo su manifiesto paranoico en la pantalla de youtube.

Hay otro aspecto de la Pantalla global, como la llama Lipovestsky, es la diversión, el entretenimiento. Que Jacques-Alain Miller ha ubicado en su curso « un esfuerzo de poesía » tomando el sacrificio referido a la ética religiosa (sacrificio que pudimos constatar en alguno de los testimonios) y la diversión (término de Pascal), referido a la ética capitalista. El entretenimiento es una de las industrias más poderosas, productora de plusvalía y plus de gozar.

Sin embargo, seguridad y entretenimiento no se oponen. Lo muestra muy bien el film sobre la guerra de Irak « Vivir al limite » originalmente « The hurt locker », ganador del Oscar, que comienza con un epígrafe: « la guerra es una droga ». Lo muestran muy bien, las fotos de torturas y humillaciones en la cárcel de Abu Ghraib que fueron tomadas por los soldados para enviar a sus amigos.

La lógica inmunitaria que tiene como objetivo preservar la vida, atenta contra la intimidad y el secreto de cada sujeto ; la diversión como mandato rechaza lo imposible del goce, por ejemplo se producen video games donde matar es el entretenimiento, también en ese sentido encontramos actos de violencia sin sentido, donde lo que esta en juego es la diversión.

Esto da nuevas formas clínicas donde conviven el “todo vale” con el panic attack.

Es fundamental en ese sentido la indicación del Dr. Lacan, para los analistas, « que sepan su función de interprete en la discordia de los lenguajes » y la interrogación de Jacques-Alain Miller: De que modo un psicoanalista que no sepa orientarse en la sociedad en la que vive y trabaja, en los debates que inquietan a la misma, seria apto para tomar a cargo los destinos de la institución analítica?

Es fundamental que los analistas podamos ocupar el lugar no de una pantalla más, sino de un partenaire que tenga posibilidad de leer, interpretar y responder en la falla del nuevo orden simbólico.

 

 


 

Notas

*Paris 29 de abril 2010 (Congreso de la AMP)

Una y otra vez vuelvo a 1948: “El arte de la imagen podrá actuar dentro de poco sobre los valores de la imago y un día se sabrá de encargos en serie de “ideales” a prueba de la crítica, entonces habrá adquirido todo su sentido el rótulo “garantía verdadera”. Ni la intención ni la empresa serán nuevos, sí su forma sistemática.”

Y bien, ya estamos en ese “dentro de poco”: un instante más y la invención de Morel habrá existido como garantía fantasmática. Cada paso que da la ciencia produce su propio real y una posición del sujeto que es su respuesta verificando que son los valores de la imago los que han sido afectados aunque no su lugar. Ningún arte de la imagen podría restaurar, por más sistemático que fuera, la dimensión de ventana implicada en un abrir y cerrar de ojos donde se juega la esquizia del ojo y la mirada. Finalmente lo real arruina la garantía.

Se nos dice que los sueños son un ejemplo de realidad virtual ya que sus imágenes están estructuradas como un lenguaje. Así, no dejan de llevar la marca tanto de la pérdida estructural que es propia del discurso como de la ceguera respecto de lo que colma esa pérdida; la realidad, por más virtual que se la invente, es marginal respecto del deseo y del goce que están en juego.

Nueva cita con Lacan: efectivamente las máquinas son como los humanos: también se descomponen.

En Colombia, el conflicto armado tiene ese rasgo que Laurent describe en las guerras de este siglo: ordinario y generalizado. Durante 50 años ha permanecido invisible para el Otro, pese su condición de omnivoyeur.

La Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) muestra que, en el mundo, Colombia es el país con mayores cifras de desplazamiento territorial forzado interno por el conflicto armado: más de 5.000.000 de colombianos pertenecientes a comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas son obligados por las armas a dejar sus tierras para satisfacer los fines económicos de quienes privatizan la violencia -la guerrilla, los paramilitares y las bandas criminales del narcotráfico-. Si bien la estadística es abrumadora y pretende cifrar lo que retorna en lo real, no hay ninguna inscripción en lo simbólico: el Estado en su debilidad y el Otro social en su indiferencia desmienten ese agujero que el destierro muestra en la estructura socioeconómica y política del país. ¿Qué es lo que el ojo absoluto no mira? Que, como bien dice G. Wajcman, pretende hacer visible todo lo real.

Los desplazados en Colombia viven en la indigencia, deambulan en las ciudades principales entre el consentimiento del Otro y el desmentido de la dimensión política del conflicto armado, por parte de un Estado que les ofrece el mismo tratamiento que les da a los desastres naturales. Sorprende la invención de los campesinos desplazados de la Hacienda Las Pavas, al Sur de Bolívar, en el nordeste de Colombia: 123 familias viven desde hace 45 años en 1300 hectáreas que pasaron a ser propiedad del narcotraficante Pablo Escobar. Al primer desalojo, por parte de paramilitares, respondieron con la creación de una asociación y el regreso a cultivar las tierras, hasta que fueron de nuevo desplazados por narcotraficantes que le vendieron los predios a una empresa dedicada al cultivo de palma aceitera. Es esta empresa la que produce el tercer desalojo, ante la ceguera de los estamentos del Estado.

En el 2011 estas familias retornaron por tercera vez a Las Pavas. Bajo presión y amenazas constantes, mantienen su lucha pacífica: cantan su historia con letras que dan cuenta de cómo se las arreglan con lo real en juego. Estos juglares inventaron una forma de arraigo en lo decible; han dejado de ser cuerpos inscritos en las nominaciones del Estado que pretenden nombrar lo innombrable, para buscar ser cuerpos escritos y bordear con lalengua ese agujero de lo real. En su música, en su lucha para que el Estado les entregue los títulos de sus tierras y en su permanente retorno subvierten las órdenes de hierro que prosperan gracias a la debilidad del Estado. Supieron transformar lo traumático en acto político, sin renunciar a su dignidad de seres hablantes, sin ceder a su deseo, sin quedarse victimizados en posición de objeto de goce del Otro. En el 2013 les fue otorgado el Premio Nacional de Paz, por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) por su esfuerzo en proteger el patrimonio cultural y la memoria histórica de su comunidad.

Agradezco al Museo Casa de la Memoria de Medellín, la documentación y a mis colegas del Cartel de la NEL Acción lacaniana, la discusión de este producto.

 


 

Bassols, M., Victimología, PIPOL 7, “Victime!”, Bruselas, Julio de 2015, Fuente: http://miquelbassols.blogspot.com/

Laurent, É., La violencia en las ciudades, XX Encuentro Brasileño del Campo freudiano EBP, Trauma en los cuerpos y violencia en las ciudades, Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=ij_iUt-Kq-M

Wajcman, G., “Panóptico”, El orden simbólico en el Siglo XXI, Scilicet, Grama, Buenos Aires, 2012.

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“En el imperio de las imágenes” – Fernando Vitale en Télam

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