Este será el año del VIII ENAPOL y sus Asuntos de familia. Sus conglomerados de enredos nos acompañarán hasta septiembre. Semana a semana, podrán ver, escuchar y leer, un nuevo #ASUNTO!, una nueva manera de pensar y hacer lo posible por captar de qué se trata cuando hablamos de los asuntos de familia y sus enredos, esa manera en que cada uno se hace y se deshace en esas tramas que arman lo que, a nivel de la ficción, aparece como el encuentro con lo traumático y con el malentendido inefable que aparece en cada vuelta de la vida. Nuestra práctica, la del psicoanálisis, tiene mucho que decir acerca de esas tramas que aparecen día a día en nuestro consultorio, y que mutan de la mano de la época. Angelina Harari, Gustavo Stiglitz y María Hortensia Cárdenas, dan inicio al año en nuestro video, con los asuntos de Trisha como telón de fondo, película cuyo comentario de Daniel Aksman podemos leer; pero también, Tânia Abreu, María Eugenia Cardona y Marita Salgado escriben sobre lo que el tema les provoca.

¡Bienvenidos entonces a los asuntos, sus enredos y su clínica!

Alejandra Glaze
Directora del VIII ENAPOL

Los asuntos de familia siempre presentan un punto inquietante. Ya se presenten como tragedia o como comedia nos revelan un malentendido que se transmite. El orden paterno parecía asegurar una solución para los sujetos frente a ese malentendido. Y aun se escuchan ciertas culturas donde satisfacer el deseo de los padres se constituye en algo vital para asegurar el destino de los sujetos. El Psicoanálisis surgió como producto de la crisis de esta solución que la cultura prometía a los sujetos, y vía la declinación de la imago paterna, un nuevo lazo, el discurso del analista, se instaló en la civilización como modo del tratamiento del malestar.

La familia no solo se contrajo en el matrimonio sino que comenzó a adoptar formas diferentes, desde las más restringidas hasta las más ampliadas, poniendo en crisis ya en la posmodernidad la idea de familia como institución basada en el matrimonio de un hombre con una mujer con la finlidad de crear hijos.[1]

La familia como ficción ordenadora alrededor del padre dio paso a la familia como aparato de goce.

Freud planteó el Edipo como el núcleo de lo familiar y como universal para la especie humana, pero Lacan realizó una operación diferente sobre «la familia». Él planteó la familia como un espacio donde se encarna el Otro de la ley haciendo valer prohibiciones y pérdidas, inscribiendo al sujeto en una filiación y dándole un nombre. Pero también como Otro de la lengua, como lugar donde somos hablados, siendo nuestra familia la que nos habla. Miquel Bassols nos recuerda que este «nos» debe entenderse como un complemento directo, en el sentido de que somos hablados por nuestra familia en esa trama de discursos que llamamos destino.[2] Cada uno es hijo de este punto de traumatismo, hijo del malentendido del goce familiar.

Sin embargo, la familia persiste porque desde siempre la familia ha intentado ordenar la relación sexual. Constatamos que hay un deseo de y por la familia que en tanto vínculo social se ubica en el punto de la no relación entre los sexos. Y vemos surgir en la actualidad formas que en algunos casos puede llegar al familiarismo delirante.

Es decir que en la familia circulan marcas simbólicas y formas de goce que se transmiten pero solo atravesando estas marcas un sujeto podrá encontrar lo singular de su goce y hacer algo con ello.

El punto es cómo atravesarlo. No todos los sujetos lo consiguen, algunos quedan atrapados en los embrollos que los asuntos de familia proponen.

Incluso la época muestra sujetos que no quieren saber nada de eso y buscan soluciones a la medida de su necedad.

Tal es lo que me transmitió el film Krisha, una mujer que regresa al grupo familiar queriendo, y tal vez con cierto exceso de voluntarismo, insertarse nuevamente intentando sostener un semblante de cambio y renovación para volver a ser aceptada por su hijo y por su familia de la que se alejó, y que pronto se revelará como pura apariencia.

Sostenida en el psicofármaco de manera oculta, busca entablar un diálogo con algunos personajes de su familia, pero todo resulta infructuoso y la reconciliación fracasa. Estas estrategias se ven rápidamente desbaratadas ante la indiferencia familiar que solo atina a pedirle que cocine el pavo para la cena, función que en ese punto ella asume con nerviosismo mostrando la abyección de la que es capaz el fantasma de operar cuando se trata de resguardar el secreto del goce innombrable que toda familia encierra. Todo esto se remarca en una atmósfera donde cada uno está a solas con su goce y los jóvenes compiten con juegos de fuerza, los adultos descargan su ira con secretos ejercicios de boxeo y una gran cantidad de perros corren y ladran todo el tiempo pero nadie atiende ni controla, aumentando la atmósfera de asfixia que surge cuando estos secretos de familia intentan estar bien guardados.

Este punto inquietante se observa de entrada en Krisha, película que el director realizó con los miembros de su propia familia como actores. Ya desde el comienzo, donde vuelve a la casa familiar en el día de Acción de Gracias, se confunde de puerta y se escucha diciéndose en voz alta: «respira, si, eres la mejor. Eres la mejor, amiga». Pero al instante se detiene y vuelve al vehículo porque ha olvidado su equipaje. Inmersa como está en cómo actuar en el encuentro inminente, la volvemos a escuchar decirse: «Vas a hacer lo que tu madre piensa que harías». Dos frases, de las cuales podríamos decir que, por un lado, muestran que el sujeto sigue siendo esclavo de los dichos familiares y, por otro, el carácter imperativo del Superyó que empujan a esta mujer a sostener un goce irrefrenable de aceptar cualquier cosa de los miembros de su familia, a quedarse escuchando el maldecir que sostienen, aceptando pasivamente la indiferencia con tal de «estar» en la es-cena familiar.

Lo que nos enseña la película es que precisamente en el día de la celebración festiva familiar más importante de la cultura norteamericana, todo se ordena alrededor del secreto, desde su caja de pastillas hasta los diversos momentos en que Krisha va buscando, observando y encontrando, en los recuerdos, en los cajones, en los objetos y también, en gestos y palabras.

Lo interesante es que no se trata de un secreto, sino del secreto con sus diferentes versiones que encierran un goce alrededor del cual gira su familia. Es una muestra clara de un Real puesto en lo Simbólico de la vida familiar donde es el goce el que reordena a la familia. Y en ese punto cada familia es inclasificable.

La angustia que refleja el rostro y el gesto de Krisha nos indican que ese objeto se ha puesto a pasear precisamente ese día, donde al borde de lo siniestro, esa extrañeza en lo familiar intenta asomarse y Krisha se contiene arrojándose sobre el alcohol. Pasaje al acto en el que cae y acting – out a través del que ingresa al momento de servirse la comida.

Destinada al lugar de la cocina, rodeada de indiferencia, no encuentra recepción, el malentendido se hace evidente y más allá de los gestos iniciales de afecto, la orfandad se anuncia nuevamente. Dolor de existir que esta mujer no logra tramitar y posición de goce del que no se ha de responsabilizar.

Su alienación frente a la mirada de un Otro encarnado en los personajes de familiares, no hacen más que confirmarle a Krisha que no puede ser de otro modo, y ahí se juega su destino.

Como analistas no dejamos de evocar cual es nuestra responsabilidad en la práctica, en tanto nuestros analizantes nos presentan su padecer enredados en los «asuntos de familia» y nos permite estar atentos a una orientación que apunta claramente a la separación de las escorias heredadas del discurso del Otro.[3]

NOTAS

  1. Sota Fuentes, M. J. (2015), Las ficciones de familia y el goce huérfano, Lacan XXI. Extraído de http://www.lacan21.com/sitio/2016/10/25/las-ficciones-de-familia-y-el-goce-huerfano/
  2. Bassols, M. (2015), Famulus, Lacan XXI. Extraído de http://www.lacan21.com/sitio/2016/10/25/famulus/
  3. Argumento del VIII ENAPOL, Asuntos de Familia. Extraído de http://www.asuntosdefamilia.com.ar/es/template.php?file=Argumento.html

Familia – Enredo – Novela