Caminando por las callecitas de Venecia y cerca de la fundación Pegui Gugguenheim, me encontré con la Galería Bel-Air Fine pop-up gallery. Allí hay una muestra titulada «REVOLUCIÓN» del fotógrafo Gérard Rancinan, a quien no conocía, con un texto de catálogo de Caroline Gaudriault. Entre otras espectaculares fotografías, resonó en mí esta foto cuyo título es «family watching TV«, especialmente por el tema de nuestro VIII ENAPOL.
En primera instancia vi una familia cuyo asunto era su reunión posando frente al ojo del espectador, como si pudieran hacerse una selfie con el ojo del mismo, o también porque no, aludir con la cita a la familia Simpson sobre el consumo que hacen de la TV a la vez que son consumidos por el uso de la misma. El consumo voraz lo detenta la cantidad de comida en el cuadro del estilo fast food. Citas y críticas a la sociedad de consumo del capitalismo y cómo incide al comandar para hacer familiar algo siniestro.
Lo siniestro es que se termina siendo consumido por lo se que consume, unificando los modos de vivir y de gozar de la misma, anulando las diferencias. Cómo se hace familiar lo que es ajeno pues el otro social estipula sobre nuestra manera de vivir.
También hay un vestuario del lado macho que uniformiza, marcas que el Otro del discurso familiar y social ejerce sobre un sujeto. Pero lo que escaparía a la normativizacion es ese bebe, pues es el único de la familia que no lleva máscara de Mickey Mouse y su rostro está al descubierto. Siguiendo la línea de la diferencia, tenemos dos mujeres, tanto la madre como la niña, cada una con un vestido distinto, aunque las alcancen las mismas máscaras.
Quizás el autor nos quiere trasmitir, según mi modo de ver, que se puede escapar mediante una elección del discurso envolvente de lo mismo, a la vez que muestra que el modo de rescatarse es en lo singular de cada uno, la posibilidad de elección en las formas de gozar dando existencia a este potencial.