Aprender a hablar con eso[1]
por Irene Kuperwajs[2] Hablar con el Trauma Del precioso argumento presentado por Fernanda Otoni tomo una primera perspectiva: Hablar con el niño es hablar con el trauma. En 1899 Freud le escribe a Fliess: “A la pregunta por lo que ocurrió en la primera infancia, la respuesta reza: Nada, pero había ahí un germen de moción sexual…”[3] Esa “nada” que Freud menciona evoca el agujero de la existencia planteado por Lacan junto al germen del “goce que hay”, que será leído en el análisis como un “acontecimiento de cuerpo” . En un análisis orientado por lo real, se trata…