EL FANTASMA DE LA ÉPOCA. EL HOMBRE NEURONAL Y ESTILOS DE VIDA
SALA: HIJOS DEL MALENTENDIDO
EL FANTASMA DE LA ÉPOCA.
EL HOMBRE NEURONAL Y ESTILOS DE VIDA
“Y ahora tenemos que constatarlo, parece irresistible, lo real se volvió neuro-real. El
neuro-real es llamado a dominar los años que vienen. Nosotros tendremos que averiguar
qué hacer con ese neuro- real.” (Miller, J. A., Todo el mundo es loco. Los cursos
psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. Editorial Paidós, 2015, p. 142)
Relatores: Paula Borsoi (EBP); Carlos Márquez (NEL); Celeste Viñal (EOL)
Participantes: Andrea di Pietro (Rio de Janeiro), Diana Palma (Mendoza), Eduardo Vallejos da Rocha (São Paulo), Gonzalo Rodríguez (Tucumán), Gresiela Nunes (Tubarão), José Luis Obaid (Santiago de Chile), Juan Cruz Delellis (Buenos Aires), Margareth Acevedo (Buenos Aires), Mayra Alonso (La Habana), Paúl Mata (Caracas), Renzo Pita (Lima), Vinícius Lima (Belo Horizonte).
“Entre el fuerte y el débil,
entre el rico y el pobre,
entre el amo y el servidor, es la libertad la que
oprime y la ley la que libera”
Introducción
Hoy, tal vez como nunca, escuchamos con fuerza, a veces inusitada y reivindicativa, lo que nuestra época ha erigido como valor cardinal: el individuo libre. Observamos, escuchamos e incluso somos partícipes, con reservas y por momentos, de la proclama que enarbola el derecho a la libertad que se expande y permea tanto las costumbres como el vivir cotidiano.
El zeitgeist contemporáneo viene a coronar lo que Lipovetsky llamó “el proceso de personalización” que tiene, como uno de sus efectos, cierta urgencia o más bien una generalización de la búsqueda identitaria. Algo así como todos, en todas partes y al mismo tiempo buscando su identidad. Siguiendo ese hilo en el autor, lo que nuestros tiempos consagran es el abandono de los grandes sistemas de sentido y la pasión por la personalidad como principios de una civilización descentrada y heteróclita, materialista y psi, pues la reducción de la carga emocional que investía el espacio público es correlativa del aumento de las prioridades de la esfera privada y, por ello, la “hipertrofia del ego” que se manifiesta en lo que conocemos como psicologización de la vida que se encuentra con una “democratización sin precedentes de la palabra…”.
Si relevamos el punto de la psicologización de la vida es porque se trata entonces de como se piensa, se habla y nos aproximamos, en esta época, a lo mental o la mente o, como la llamaron alguna vez los filósofos, el alma humana, el alma que nos hace humanos.
Y es aquí donde pareciera que el capitalismo, o su versión neoliberal, saca provecho del recurso ya no sólo científico-médico sino del neuro científico en donde “lo mental es cerebral”. Nuevo amo de turno parapetado con su armamento tecnológico que no sólo remece todas las coordenadas temporales y espaciales, hasta ahora conocidas, sino también todas las categorías asentadas tanto del saber como de la verdad, tanto del lenguaje como de la palabra, tanto de la libertad como la ley, tanto de la responsabilidad como del goce.
Ahora bien, para sostener el deseo decidido que caracteriza nuestra posición como analistas, nuestra elección nos conduce a estar a la altura de la época, es decir, saber leerla. Pero si para nuestra orientación la lectura responde a una lógica retroactiva, esto implica el paso por un primer momento de mirar, observar, para así ubicar los significantes y letras de los cuales extraer la materialidad a leer. Lectura que nos podrá orientar, en el mejor de los casos, a calibrar y ecualizar nuestro discurso para ofertar las posibilidades de un reverso.
Este informe consolida y analiza la información de las tres elaboraciones de las antenas que pertenecen al observatorio. Estos informes abordan desde diferentes perspectivas y enunciaciones el concepto del «hombre neuronal» y su impacto en la subjetividad y los estilos de vida contemporáneos. El problema fundamental es cómo el discurso neurocientífico, en alianza con el capitalismo, configura nuevas formas de entender el ser humano, la salud, la enfermedad y la libertad, así como las posibles vías de resistencia o diálogo frente a la emergencia de esta problemática desde el psicoanálisis.
El Paradigma del Hombre Neuronal
El hombre neuronal es un concepto central en los informes. Jean-Pierre Changeux (1983) en «El Hombre Neuronal» desarrolló la perspectiva de que todos los fenómenos mentales —desde la conciencia hasta la moral— emergen exclusivamente de la actividad cerebral, moldeada por la experiencia a través de la poda sináptica. Jacques-Alain Miller (1986) acuñó el término «neuro-real» para nominar la emergencia de un nuevo real, describiendo cómo las personas perciben su cerebro con una voluntad propia, engañándolos y condenándolos a repetir patrones. Esta visión reduce al ser humano a su red neuronal, subordinando o excluyendo la relación a la palabra y por lo tanto al inconsciente freudiano.
Un caso paradigmático de este ideal es el del empresario estadounidense Bryan Johnson y su «Project Blueprint». Johnson, un millonario que hizo fortuna en tecnología de monitoreo cerebral, busca ralentizar el envejecimiento mediante prácticas rigurosas de salud, acompañamiento multiprofesional, datos científicos y tecnologías emergentes. Su proyecto se ha convertido en un estilo de vida influyente en redes sociales, con su empresa vendiendo productos personalizados bajo un velo de cientificismo y el eslogan «Don´t Die». Destaca su consumo de 135 pastillas diarias y la experimentación con sustancias no aprobadas, todo ello en una rutina programada. Johnson justifica esta búsqueda en una historia de depresión y pensamientos negativos, considerándose liberado de una mente autodestructiva, llegando a afirmar: «La mente está muerta». Así, el cuerpo es ofrecido como objeto de la ciencia y las redes sociales, en una ilusión de rechazo de la subjetividad, la enfermedad y la muerte bajo el maridaje del discurso científico y capitalista.
El Avance del Discurso «Neuro» y sus Implicaciones
El discurso «neuro» ha experimentado un ascenso significativo, volviéndose dominante en medicina y el fantasma de la época en la ciencia. Se observa el auge de neuropsicólogos, neuropediatras, neuroeducación y neuromarketing, con el sufijo «neuro» descrito por Miller (2018) como el sufijo maestro que sugiere que todo en la vida humana puede ser neurologizado. Esta perspectiva ha apuntalado tratamientos que patologizan el malestar humano en términos bioquímicos, reduciendo emociones como el amor, la tristeza o la angustia a eventos neuroquímicos o desbalances de neurotransmisores.
La tesis neurobiológica de Changeux ha sido reabsorbida por la literatura de autoayuda, ahora bajo la etiqueta de «desarrollo personal». Títulos como «Neurociencias para tu vida» o «Neurocoaching» traducen estas ideas a un lenguaje cotidiano, promoviendo reencuadres cognitivos y autodisciplina para moldear el cerebro, optimizar el rendimiento emocional y alcanzar metas personales. Lo que en Changeux era complejidad neurobiológica, se convierte en un protocolo de autogestión del yo, anclado en una estética estoica y una ética empresarial de alto desempeño. Sin embargo, esta retórica del empoderamiento, lejos de potenciar, reduce al sujeto a un mero cerebro autorregulable, promoviendo una ficción de autocontrol y actuando como tecnología de disciplinamiento capitalista, alejando al sujeto de su deseo y responsabilidad subjetiva.
Autismo, Despatologización y la Cuestión de la Subjetividad
El campo del autismo es un ejemplo claro de la radicalización del discurso «neuro». A pesar de que las investigaciones neurocientíficas y genéticas no han localizado la etiología del autismo ni un patrón de cerebro autista, la respuesta «neuro» persiste, excluyendo al psicoanálisis con la consigna: «el psicoanálisis culpa a las madres, nosotros culpamos al cerebro». No obstante, dentro de esta reducción del autista a su funcionamiento cerebral, surge otra disputa: ¿es una enfermedad (modelo biomédico) o una diversidad del cerebro humano (movimiento de la neurodiversidad)?
El paso de un discurso médico a un movimiento social se alinea con la alerta de Miller (2023) sobre la despatologización: «Ya no habrá patologías, habrá… estilos de vida, libremente elegidos». Esta idea, que podría parecer una liberación, plantea un interrogante crucial: si cada uno es libre de elegir su estilo de vida, en una perversa libre concurrencia del mercado capitalista, la libertad se convierte en una norma impuesta. Esta libertad cínica es ofertada por el discurso tecnocientífico y capitalista, donde todo, incluso el estilo de vida, se convierte en mercancía.
El Psicoanálisis y la Resistencia al Hombre Neuronal
Frente al avance del hombre neuronal, el psicoanálisis se presenta como una perspectiva crítica y potencialmente resistente. Miller (1986) enfatiza que «en la columna vertebral de la resistencia contra el hombre neuronal está el ser hablante». Es decir, lo que se opone al hombre neuronal es el ser hablante, sosteniendo que el sujeto está determinado por el lenguaje. Bassols (2011) sugiere que el psicoanálisis puede dialogar con la corriente de las neurociencias que no cree en la localización de fenómenos subjetivos.
Lacan, en «Televisión», se refiere a la depresión como una cobardía moral: la renuncia al deber ético de reconocerse en el inconsciente. Desde esta visión, el desarrollo personal, al reducir al sujeto a un cerebro autorregulable, lo aleja del encuentro con su deseo y la posibilidad de bien decir, una vía para escapar de esa cobardía moral.
Miller (1997), en su conferencia «Patología de la ética», articula la ética, el sujeto de derecho y la responsabilidad, afirmando que la posibilidad de un sujeto de responder por sus actos lo define como un sujeto ético y de derecho. Si bien en su momento no encontró a nadie que buscara el imperativo categórico de Kant en un neurotransmisor, hoy debemos cuestionar si no vivimos bajo una ética donde el principio universal de nuestra conducta se adhiere a nuestra bioquímica neuronal, desresponsabilizando a los sujetos y fomentando una libertad insensata. Este tipo de libertad lleva a creer en una «equidad del goce», donde no habría pérdida si a cada uno le corresponde su estilo de vida libremente elegido.
Estilos de Vida, diferentes expresiones de esta ideología en la cultura
Los estilos de vida en plural son presentados como un axioma princeps de la época actual, reflejo de las transformaciones culturales. El avance de la ciencia ha reducido al padre a lo biológico en detrimento de la función paterna y la autoridad simbólica, mientras el discurso capitalista ha reducido el ideal a una cifra, a un número. Los estilos de vida, en su pluralidad, se corresponden con la pluralización del Nombre del Padre, actuando como barreras donde cada sujeto elige quedarse, produciendo agrupaciones alrededor de la identificación a un síntoma o un medio de goce.
La Inteligencia Artificial Generativa (IAG), como un «Nuevo Otro», también plantea interrogantes sobre la subjetividad actual. La interacción con «chats» activa un intercambio verbal desencarnado, sin cuerpo hablante, lo que cuestiona su resonancia para rastrear el afecto y los efectos en seres hablantes expuestos a esta palabra desencarnada.
Los informes señalan una dificultad para encontrar una particularidad propia, lo que se atribuye a la operación de universalización del discurso científico en alianza con el capital, que tiende a borrar las diferencias. Sin embargo, se plantea si las especificidades brasileñas podrían residir en sus modos de refracción a esta lógica, es decir, un estilo particular de sustraerse a la dominación de este discurso globalizado. Se considera la posibilidad de una respuesta específica del país a la prescripción de este estilo de vida importado.
La serie brasileña «Sintonia» (primera temporada) es utilizada como ejemplo. La historia de tres amigos de una favela paulista, cuyas vidas se bifurcan hacia la iglesia (pastora), el funk (cantor) y el tráfico (jefe), sugiere que estos elementos – iglesia, funk y tráfico – podrían ser salidas particulares de una cultura frente al estilo de vida globalizado que es el hombre neuronal. Se cuestiona si el amor o «sintonia» entre ellos permitiría que los diferentes modos de goce no resulten insoportables, y si el caso singular podría servirse de estos elementos culturales para contraponerse a la tendencia universalizante.
Finalmente, se opone el plural de los estilos de vida al singular del estilo sinthomático. Este último, lejos de organizar a varios sujetos alrededor de la identificación al síntoma, es una producción absolutamente única e incomparable, un modo de hacer con un real opaco al sentido, “del orden de una sutil invención, muy lejos de lo que sería una reprogramación efectuada para rectificar un delirio a partir de imágenes neuronales» (Meseguer, 2023).
Conclusiones Generales
La consolidación de estos informes revela la configuración de la subjetividad contemporánea bajo la égida del «hombre neuronal» y el «discurso neuro». Esta perspectiva, impulsada por la ciencia y el capitalismo, tiende a reducir al ser humano a su biología cerebral, promoviendo una visión de autocontrol y desresponsabilización que culmina en la proliferación de «estilos de vida» como mercancías libremente elegidas, pero que solo ofrecen una ilusión de libertad e impiden el encuentro con el deseo singular.
Frente a esta tendencia, el psicoanálisis emerge como una voz crítica que subraya la importancia del «ser hablante», la función del lenguaje en la constitución del sujeto y la necesidad de una ética de la responsabilidad del sujeto sobre su goce. La posibilidad de una resistencia o un diálogo con este «neuro-real» se presenta como un desafío crucial. ¿Será posible para los psicoanalistas encontrar las fisuras que tiene este discurso, como cualquier otro, para hacer efectivo este diálogo ahí donde sea posible y la resistencia donde no lo sea? En cualquier caso, la posición del psicoanalista en el extremo siempre será la de recoger los efectos devastadores que el universal, cualquiera que sea, imprime sobre el cuerpo hablante.
Referencias
Bassols, M. (2011). Las neurociencias y el sujeto del inconsciente.
Braidot, N. (2016). Neurociencias para tu vida: Aprende a usar tu cerebro para cambiar tu vida. Editorial Paidós.
Changeux, J.-P. (1983). L’Homme neuronal. Fayard.
Freud, S. (1905). Tres ensayos de teoría sexual.
Freud, S. (1914). Introducción al narcisismo.
Guerrero de las Cuevas, C. (2018). Neurocoaching: La neuroplasticidad autodirigida. Editorial Ediciones Aljibe.
Hill, N. (2013). Piense y hágase rico. Editorial DeBolsillo.
Kant, I. (1785). Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Ed. Austral, p. 72. (trad. de García Morente).
La Sagna, P. (2012). La adolescencia prolongada, ayer, hoy y mañana.
Lacan, J. (2012). Televisión. En Otros Escritos. Editorial Paidós.
Meseguer, O. (2023). Claridad de las imágenes, opacidad de lo real. Scilicet. Todo el mundo es loco. Grama Ediciones.
Miller, J.-A. (1997). Patologia da ética. En Lacan Elucidado – palestras no Brasil. RJ: Jorge Zahar.
Miller, J.-A. (2018). Neuro-, le nouveau réel.
Miller, J.-A. (2023). Todo mundo é louco. Presentación del tema del XIV congreso mundial de la AMP. Disponible en: https://congresamp2024.world/pt-br/todo-mundo-e-louco/
Miller, J.-A., & Tendlarz, S. (1986). Entrevista con Jacques-Alain Miller. Publicado en Malentendido N°1.
Morales, P. (2019). La neurociencia y el desarrollo personal para descubrir el potencial de tu mente. Editorial Círculo Rojo.