EL GERMEN PULSIONAL Y LALENGUA
SALA: LALENGUA DESENCADENADA
EL GERMEN PULSIONAL Y LALENGUA
“A la pregunta por lo qué ocurrió en la primera infancia, la respuesta reza: Nada, pero
había ahí un germen de moción sexual” (Freud, S., Carta 101 de Freud a Fliess –
3/1/1899, en Obras Completas, vol XX, Amorrortu ed, Buenos Aires)
Relatores: Graciela González Horowitz (EOL) y Mônica Hage (EBP)
Participantes: Anamáris Pinto (Belo Horizonte), Clara Melo (Salvador), Federico Pozzer (Buenos Aires), Isabel Abreu (São Paulo), Karina Zapata (Santiago de Chile), Letícia Rosa (Campo Grande), María Basile (Mendoza), Mariela Gutiérrez (Buenos Aires), Pilar Santoyo (Culiacán), Robinzon Caicedo (Cali), Susana Schaer (La Paz), Valeria Vinocur (Córdoba).
Sacudidos por el entusiasmo que esta propuesta nos ha suscitado hemos decidido pellizcar esta cita y es así como una enriquecedora conversación fue precipitando en un trabajo de Escuela.
Fuente de energía
Partiendo del argumento que trae esta mesa como título lalengua desencadenada advertimos que Freud con su carta 101 nos da los elementos para leer allí, que no se trata del “ser” de la infancia, no se trata de: “el ser que, por poco, iba a ser”[i]. Se trata del Uno del goce. Choque pulsional, en los términos de Freud, acontecimiento de cuerpo, con Lacan. Este “antes”, que refiere a esta nada que hay en la primera infancia, habita un fuera de historia, un fuera de tiempo del inconsciente que, una vez corporizado como síntoma, guarda su presencia en las modulaciones y resonancias que decantan de lalengua.
Freud apunta con esa nada de sentido, al germen en el que bulle una energía que se distribuye en el cuerpo sin ley, oleadas pulsionales -que desbordan el aparato – imposibles de tramitar a cero, haciendo sitio en un lugar que designa un significante fuera del Otro del lenguaje.
Nuestra hipótesis es que Freud nos guía al Ur, al orígen y nos presenta el dromo, la pista que nos lleva a encontrarnos con el trauma. Trauma en tanto: “fórmula general del acontecimiento de cuerpo que produce huellas de afecto”[ii]. Encontramos en la carta un preludio del concepto de lalengua cuando en segundo lugar, Freud dice asir un nuevo elemento significativo previo al síntoma y anterior a la fantasía. Señalando así ese real que no está enlazado a nada[iii].
Hay una desarmonía originaria cuando el choque, el mal encuentro con la pulsión acontece y su sonoridad se hace escuchar introduciendo un goce en el cuerpo imposible de simbolizar.
Recomendamos fervientemente en este punto ver el video de la artista Céleste Boursier-Mougenot C’était[iv] que bellamente con su arte nos acerca y nos permite aprehender algo del concepto clinamen[v], tomado por Lacan[vi] y Miller[vii] para referirse a un estado atómico inicial, en el que el vacío es perturbado por una turbulencia. Impacto que produce un desvío imprevisible permitiendo que estos choques den origen a la formación de objetos y seres vivos.
Si del origen y del fuera de sentido se trata este concepto describe el interés que el mismo Freud señala sobre el desorden que produce la irrupción de la “Sexualentbindung” al aludir a una liberación brusca de una energía desencadenada. Lacan[viii] recoge el guante al darle función de germen a la letra acentuando la reproducción del Uno solo que itera: “sin rima y sin razón” [ix] para decir que ese accidente contingente: “inaugura la incidencia de lalengua sobre el ser – hablante”[x].
Cuando Lacan escribe en nuestro suelo lacaniano el concepto de lalengua, su murmullo introduce el malentendido. Este viraje en su enseñanza despega de las formaciones del Inconsciente la cara Real del Significante pues nos dirá que lalengua está hecha de elementos Unos que no se articulan, no son del orden del sentido, enjambres que zumban perturbando el cuerpo. De este enjambre se soltará Uno privilegiado que encarnará este crash singular para cada quien que se constituirá en acontecimiento.
De este modo nos orienta a leer la cicatriz que de lalengua se precipita en el encuentro con el cuerpo, herida imposible de negativizar, trauma “originario” que habilita al lenguaje, a una elucubración de saber sobre ella.
Lacan toma el concepto de letra en tanto materialidad, en tanto trazo, nos dice que si algo constituye el Uno, es el sentido de elemento y así refiere al Uno que no hace cadena, que no se articula y que se cuenta como cero de sentido. ¿Por qué esto? Porque la letra es la escritura de lo indecible, por lo que la función de lo escrito, no tiene que ver con la semántica, sino con lo que se precipita de lalengua como ilegible, saldo de goce. En palabras de nuestra querida Alejandra Eidelberg, letra, esa que es huella en la tierra y que nosotros leemos en el cuerpo como indicio de lo real.
Una lógica de lo real
Dado que Freud abre el zurco para preparar la senda de los psicoanalistas que abrevan, que remojan sus pieles para adobarlas en el hoyo del psicoanálisis lacaniano, nos parece prevalente ir ubicando el posible uso que se hará de aquello que no se puede decir y representa el goce que inunda el vacío de sentido. Esa nada encarnada en la oleada pulsional que como Freud nos enseña está en el origen y resta irreductible.
Lacan[xi] toma a Fregue para centrarse en el conjunto vacío y tratar de demostrar: “la hiancia que hay entre este Uno y algo que depende del ser, y tras el ser, el goce”.[xii]
Para ejemplificar esto vamos a resaltar tres elementos que convergen en su uso dando cuenta que en un análisis concluido hay una transformación del Inconsciente[xiii] y que se manifiesta en calidad de letra. Estos son: la función aparente f (x), aquella que conlleva un lugar vacío a ser llenado por la x del argumento. Por otro lado, la importancia operatoria del referente, aquello que queda por fuera del sistema significante y sostiene la función; y el concepto de sutura[xiv] en relación al 0 y al 1.
Laurent dirá: “Lo que viene a garantizar todas las verdades es este punto fuera del sistema; (…) el goce” [xv] Y Lacan dirá que “el referente[xvi], es propiamente que el significado lo yerra, el colimador no funciona. En el lugar del referente como valor de verdad hay un agujero[xvii].
Resaltamos esto partiendo de la carta freudiana 101 donde se afirma que en el origen no hay nada, solo un germen de mociones pulsionales. Lo que ex-siste, lo real tiene su lugar previo a lo simbólico y es lo que resta como materialidad, luego del asesinato de la cosa.
Dentro de la cadena Significante, que “el colimador”[xviii] no funcione, da cuenta del esfuerzo del sujeto por obturar ese agujero y también de lo que resiste absolutamente a lo simbólico.
x [–|–|–|–|–|–|–|–] x
El S1 con el que el sujeto se identifica, en su articulación en la cadena significante a un S2, conlleva “suturado” la presencia de una ausencia.
O sea lo que no hay, en el origen en su valor de cero absoluto va a dar cuenta que hay lo que no se liga con nada, causa de la serie repetitiva. El Uno desencadenado.
Al hablar del germen y del franqueamiento del conjunto vacío a partir del cual el Uno se constituye, recogemos la frase, que en consonancia con la cita de Freud nos dice: “lo que está en juego en ese Uno repetido de la primera línea es estrictamente nada (nade), a saber, la puerta de entrada que se designa (…) por el sitio donde se hace un agujero”[xix]
Hablar con el niño es hablar con el trauma [xx]
Entonces: ¿Qué nos enseña un análisis que toca el clinamen del goce?
A continuación situaremos algunos girones de testimonios para ver las torsiones entre lalengua y el lenguaje al hacer hablar al niño que hay en cada tratamiento[xxi], al enredarnos con “eso” y hacer hablar al cuerpo pulsional”[xxii]
Silvia Nieto[xxiii], nombra su marca singular “la chichi amorosa”, como una manera de llamar a la excitación que alberga en su cuerpo y la desborda.
Con Pepita[xxiv], podemos decir que en su frase “sua vida” nos muestra el camino de una reducción de la economía de goce que va desde “la pena”, lo mortificante del significante a lo vivificante de la letra. La pena que vuela.
“Se ha producido un estado nuevo que nunca preexistió de manera espontánea (…) y cuya neocreación constituye la diferencia esencial entre el hombre analizado y el no analizado.” [xxv]
M. H. Blancard[xxvi] en relación al último sueño de final de análisis comenta respecto del vaciado de goce: “No basta con tomar OMO (a la palabra) hay que atrapar el goce a la letra (…) las dos “O” se barran, escritura del conjunto vacío, mientras la “M” se transforma en un punzón que articula el vacío del sujeto con la nada del objeto”.
Apunta con su testimonio a la letra que va al lugar del vacío de lo innombrable y de algún modo lo nombra.
De este modo los AE testimonian del agujero real. “No hay uno” que haya nombrado el germen, sí, la materialidad de la letra vacía de sentido.
El germen está perdido para el sentido. Hay un vacío de nombre de real.
La letra es una reducción y es la posibilidad que nos da el lenguaje para indicar lo real de lalengua, lo incurable. Aquello que ronronea y está en la puerta de entrada.
Respecto de los análisis, nos ocupa entonces un saber hacer con aquellos impulsos resistentes que aún nos preguntamos de dónde emergen a los que Freud ha nombrado como “huéspedes forzosos oriundos de un mundo extraño”[xxvii].
Dicho esto para finalizar no dejamos de interrogar lo que trajo Marcus[xxviii] al decir que cada uno vive la lengua a partir de lalengua y que lalengua solo existe porque tiene la lengua. ¿Es posible hacer de esto una analogía con la carta 46[xxix] en donde Freud nos dice que el excedente sexual por sí solo no puede crear represión pues necesita la cooperación de la defensa, aseverando a su vez que sin excedente sexual la defensa no opera?
En este cruce entre lalengua y el excedente sexual encontramos el núcleo traumático que despierta nuestro interés ¿Será por el misterio del cuerpo hablante que nos atraviesa que seguimos preguntando al tan analizado caso Emma: ¿es el excedente sexual el trauma, o lo es a partir de la atribución de un sentido? ¿Da lo mismo tener 12 años, que estar en un momento de la vida previo a la adquisición del lenguaje?
Ligar el trauma a la sincronía[xxx] nos acerca una respuesta. Como nos enseña con su testimonio Carolina Koretzky: “Ninguna palabra, ninguna imagen podrá restaurar el momento preciso y exacto en que las palabras encontraron cuerpo”. [xxxi]
“Eso” se asoma en cualquier momento de la vida, en el instante en que se maridan el excedente y el sentido poniendo en tensión la torsión -agujero- exceso, para decir de lo que no encaja.
[i] Lacan, J., El Seminario. Libro20. Aun, Paidós, Bs As, 2008, p.53.
[ii] Miller, J-A., Biología Lacaniana y Acontecimiento de cuerpo, Colección Diva, Bs As, 2002, p.81.
[iii] Miller, J- A., Piezas sueltas, Paidós, Bs As, 2013, p. 50.
[iv] https://www.youtube.com/watch?v=Mn319FI6EFI
[v] Clinamen, término de la filosofía de los estoicos.
[vi] Lacan, J., El Seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Paidós, Bs As, 2007, p. 71.
[vii] Miller, J-A., Leer un síntoma, 2011.
[viii] Lacan, J., El Seminario, Libro 20, Aun, Paidós, Bs As, 2008, p. 118.
[ix] Miller, J-A., El ser y el Uno, 2011, 4/ 5/ 2011. Inédito.
[x] Miller, J-A., Biología Lacaniana y Acontecimiento de cuerpo, óp. cit., p. 81.
[xi] Lacan, J., El Seminario, Libro 19,…o peor, Bs As, Paidós, 2012, p. 55.
[xii] Lacan, J., El Seminario, Libro 20, Aun, óp. cit., p. 13.
[xiii] Tarrab, M., Las Huellas del síntoma, Gramma, Bs As, 2005, p. 117.
[xiv] Miller, J – A., Matemas II, Bs As, Manantial, 1988.
[xv] Laurent, E., Paradojas de la identificación, Bs As, Paidós, 1999, p. 62.
[xvi] Lacan, J., El Seminario, Libro 20, Aun, óp. cit., p. 29.
[xvii] Miller, J- A., La psicosis en el texto de Lacan, La psicosis en el texto, Manantial, Bs As, 1990.
[xviii] El objetivo de la colimación es hacer que el eje óptico de cada lente o espejo coincida con el rayo central del sistema.
[xix] Lacan, J., El seminario, libro 19,…o peor, óp. cit., p. 144.
[xx] Santiago, J., Conversación preparatoria ENAPOL 2025.
[xxi] Otoni Brisset, F., Argumento ENAPOL 2025.
[xxii] Kuperwajs, I., Aprender a hablar con eso, 2025.
[xxiii] Nieto, S., A mi aire, Revista ELP 34, 2019.
[xxiv] S. Fuentes, M. J., Una pena, Revista Lacaniana de Psicoanálisis, 25, 2018, p.93
[xxv] Freud, S., Análisis terminable e interminable, Obras completas, t. XXIII, Amorrortu, Bs As, 2007, p. 229.
[xxvi] Blancard, M.H., “Tomar el goce a la letra”, Freudiana 67, 2012.
[xxvii] Freud, S., Conferencia 18, Obras completas, t. XVI, Amorrortu, Bs As, 2009, p. 254.
[xxviii] Vieira, M. A., Encuentro preparatorio Enapol 2025.
[xxix] Freud, S., Carta 46, Obras completas, t. I, Amorrortu, Bs As, 2007, p. 270.
[xxx] Miller, J.A., Causa y consentimiento, Paidós, Bs As, 2019, p.138.
[xxxi] Koretzky, C, en el evento Rendez-vous avec la passe, 2024.