Mirta Berkoff
Estamos en un momento donde la presencia de lo femenino y la mujer cambia las coordenadas del goce del sujeto contemporáneo. Pero no es solo la aspiración femenina actual sino también el imperio de la imagen la que parece facilitar hoy que una identificación con la imagen de la mujer de respuesta a la falla en la construcción del cuerpo.
Esta Identificación imaginaria da unidad al cuerpo ante la falla del Espejo y puede suplir la falta de significación fálica en los casos en los que esa lógica no esté presente.
Es importante tener en cuenta que lo que se juega allí puede no ser una elección sexual sino una respuesta a la falla en la corporización, respuesta que interpreta el goce.
Cuando esta feminización se da en el caso de los niños vemos que si bien no es tiempo aún de inventarse una sexuación no podemos decir que esta temprana interpretación del goce no tendrá efectos sobre su posterior elección. Sin embargo esto no hace que nos impliquemos en ella.
Por ejemplo en un caso en que un niño que consulta está en posición de realizar el fantasma materno haciéndose Uno con la imagen de la hermana realizamos construcciones en sesión para que no se aplasten los planos, para dar volumen al cuerpo y vivificarlo, para que éste no quede reducido a su envoltorio .