María Adelaide de Almeida Santos do Amaral, conocida como Maria Adelaide Amaral, es una escritora y dramaturga de origen portugués, aunque representante del alma brasilera. Nacida el 1º de julio de 1942, en Alfena –Consejo de Valongo– Distrito de Porto, en Portugal, llegó a San Pablo en 1954, con doce años de edad, donde se instaló con su familia en el barrio de Moóca, enfrentando condiciones de vida muy desfavorables.
Trabajó en diversas actividades desde la adolescencia: fue en una fábrica de camisas donde su inhabilidad para la costura la convenció, definitivamente, que su pasión era leer y estudiar con voracidad, a pesar de sus dificultades materiales. Fue vendedora en una joyería y empleada bancaria en el Banco da Lavoura de Minas Gerais. Un trabajo decisivo para su profesión actual fue la de investigadora en Abril Cultural, donde trabajó más de veinte años, produciendo artículos para enciclopedias y escribiendo los prefacios para la colección Teatro Vivo, una emblemática publicación de los años 70. Allí conoció a Sábato Magaldi, un importante crítico de teatro que ejercía en ese momento la función de consultor, y quien fue el primero en reconocer sus cualidades de dramaturga.
En el turbulento año de 1968 comenzó a cursar Ciencias Sociales de la USP (Universidad de San Pablo), sin concluirlo. Finalmente se formó en Periodismo en la Facultad Cásper Líbero en 1978.
En 1975, en medio de una crisis grave en el sector editorial, Maria Adelaide sintió la necesidad de escribir sobre lo que percibía a su alrededor: una renuncia masiva de las reacciones humanas, totalmente diversificadas, frente a un hecho inevitable. Así, surgio su primer texto dramático, La resistencia, que no fue llevado a escena. Un año después su primer texto que se puso finalmente en escena fue Bodas de Papel, montado en 1978 en San Pablo. Esta pieza gira en torno a cuestiones relativas al desempleo en la clase media.
Su primera novela, Luisa, casi una historia de amor, comenzada en 1979 y publicada en 1986, ganó el Premio Jabuti de novela al año siguiente. La autora interrumpió la escritura de este libro en el tercer capítulo, del que tomó la base para realizar su pieza de teatro De brazos abiertos, un drama sobre la pasión y el desencuentro, muy bien recibida por el público y la crítica –y que terminó por estimularla a terminar la novela hasta ese momento inacabada.
Maria Adelaida transita de manera versátil por el universo dramático, ya sea a través de su colaboración con directores consagrados, tales como José Possi Neto, Jorge Takla, Cecil Thiré, José Wilker, Paulo Cesar Saraceni, Aderbal Freire Filho, entre otros, o a través de adaptaciones de textos como El evangelio según Jesucristo, del escritor portugués y premio Nobel de literatura José Saramago, y Las meninas, de Lygia Fagundes Telles. Cabe mencionar el gran éxito de público de la pieza Mademoiselle Chanel (2004), estrenada por Marília Pêra, centrada en la soledad de la diseñadora, y la muy reciente Frida y Diego (2014), que retrata la relación turbulenta de la pareja de artistas.
Su obra fue definida como un “teatro de lo cotidiano”, en donde se asocian los conflictos relativos a singularidades concretas, a lo prosaico de la existencia humana y a determinados hechos históricos. No solo eso: su obra interesa en particular al tema del próximo VII Enapol –“El imperio de las imágenes”– porque la soledad y la cotidianeidad de los conflictos particulares que marcan su texto son un contrapunto “radical” al goce desbordante de lo imaginario de la sociedad del espectáculo contemporánea. La autora consigue a través de su obra encontrar un medio y un lugar para la presencia y el ejercicio de los conflictos subjetivos en medio de la proliferación imaginaria de actos “heroicos” de nuestro tiempo.Se inició en el medio televisivo en 1990, cuando fue invitada por Cassiano Gabus Mendes para escribir en colaboración la telenovela Mi bien, mi mal. Tuvo tanto éxito que siguieron, siempre en la Red Globo, otras novelas (las remakes de Angel malo, Ti ti ti, y Buena sangre), y las miniseries Los mayas, Un solo corazón, La muralla, JK, La casa de las siete mujeres, Dalva y Herivelto, Dercy, algunas escritas en colaboración con Alcides Nogueira y Walther Negrão.