Andrea Brunstein (EOL)

El texto que me ofrecieron para debatir es de Freud, del año 1900.

Me voy a centrar en principio en esta frase: «…el padre negando a su hijo la independencia y los medios para procurarla, suele favorecer el germen del desarrollo natural de hostilidad contenido en esa relación…»

Un padre no es quien niega la independencia, sino es quien la da. El padre es aquel que dona.

La asociación que se me presenta, directamente, es el tercer tiempo del Edipo, el cual lleva al sujeto a su salida.

El padre en el tercer tiempo interviene como real y como potente. Si el padre es interiorizado para el sujeto como ideal del yo, es porque se presenta como el que sí lo tiene, eso genera luego de haber pasado tras la castración que afecta a la madre, que el Edipo decline.

No alcanza solo que se presente como potente, también tiene que estar dispuesto a donarlo. En este tiempo del Edipo el padre se manifiesta en el acto del don. Interviene para dar lo que está en juego en la privación fálica.

Por mediación del don el sujeto obtiene un pene para más adelante, o sea, queda con el título en el bolsillo.

Para terminar quiero ubicarme en una de las series más vistas de la actualidad, Breaking Bad. Allí a su protagonista, Walter White, un profesor de química con problemas económicos y con una posición de fracaso en relación a su deseo, le diagnostican un cáncer de pulmón inoperable. Para asegurar el futuro económico de su familia comienza a cocinar y vender metanfetamina. Se convierte en un hombre muy poderoso económica y subjetivamente, pero la dicotomía que se le produce al personaje es que tiene el dinero deseado, él se siente más potente, pero al ganarlo fuera de la ley, no sabe cómo hacerle llegar lo que logró a su hijo y a su familia.

Es interesante como cien años después una serie exitosa argumenta todo el desencadenamiento de la trama a partir de un padre que para sentirse tranquilo al momento de morir necesita dejar a su hijo una independencia económica.