Por Rosa Lagos (NEL)

La lógica, el amor y la ciencia se unen para que una pareja homosexual pueda tener un hijo que asegure la continuidad genética de ambos y la conexión biológica de la pareja con el futuro hijo. Para esto, la hermana de uno de ellos prestará su vientre y donará su óvulo que será fecundado in vitro por el esperma de quien es su cuñado. Noticia ocurrida en Australia que muestra las posibilidades que la ciencia actual permite, dando lugar a nuevas configuraciones familiares y la creencia en el slogan «nothing is imposible«.

A primera vista, un enredo familiar. Una parentalidad de a tres en la que uno de ellos es madre y tía a la vez.

Sin embargo, esta novedosa manera de resolver la imposibilidad biológica que dos hombres puedan concebir un hijo, nada nos dice sobre la futura constitución subjetiva de ese niño. Será el lugar que ocupe en el deseo de esos padres y la insondable decisión de ese ser, los que marcarán su futuro