Córdoba, 17 marzo 2021
Hola Carolina!
Últimamente me ha pasado de recordar ese trayecto compartido de la formación en la que -a la salida de alguna jornada o seminario- nos sumergíamos en apasionadas conversaciones que buscaban descifrar conceptos y alinearnos transferencialmente.
Quizás esa añoranza no sea más que el contrapunto a la experiencia de soledad que despunta cada vez que finaliza un evento por Zoom y uno constata la ausencia de otro cuerpo-parlante a quien dirigirle un comentario improvisado.
En la virtualidad, no resulta tan evidente para mí saber cuándo se está bajo el significante Escuela y cuando no, ya que la transmisión del psicoanálisis no es en masa, sino que se reproduce con el modelo del dispositivo clínico, es decir: en torno a la transferencia, de uno a otro.
Implicada como te recuerdo y al frente de la dirección de la sede CDMX de la NEL, estoy seguro que algo tendrás para contar!!!
Un abrazo
CdMX, 19 marzo 2021
Querido Matías,
¡Qué buenos tiempos aquellos! Efectivamente el affectio societatis era algo fundamental en aquellos encuentros. Poder conversar con otros permitía otro momento de elaboración de eso que se escuchaba. Momentos lógicos necesarios para la formación.
Qué importante resulta, al menos para mí, el lazo con los otros. Es verdad que esta nueva normalidad nos enseñan otros modos de lazo, de transferencia de trabajo. Este intercambio es una demostración de esto, en ese sentido me parece que la transmisión del psicoanálisis y el deseo de Escuela se sostiene. Aún así se echa en falta el encuentro de los cuerpos durante los recesos, los abrazos, las risas, la conversación cara a cara.
Nos han tocado vivir tiempos de cambio muy bruscos, pero pienso que la transferencia, cuando la hay y se sostiene, es más fuerte y perdura.
Me alegra mucho saber de ti.
Te mando un fuerte abrazo
Córdoba, 20 marzo 2021
El deseo de Escuela se sostiene, es verdad… pero la Escuela por momentos se convierte en un fuego cruzado de amor y odio…
CdMX, 21 de marzo 2021
Querido Matías,
Me parece que por momentos se vuelve así, porque justamente es ese deseo de Escuela lo que permite poner en un lugar eso que no hay. No hay significante del analista. Todo esto no puede más que estar vehiculizado por el amor y su reverso el odio. Citando a nuestra querida Rosa Calvet: «Deseo de Escuela es aceptar que si en el campo erótico el amor suple a la relación sexual que no existe entre un hombre y una mujer; en el ámbito de una Escuela el affectio societatis pueda funcionar a su vez como una suplencia a la falta de significante del analista que no existe.”[1]
Te mando un abrazo
[1] Aceptación – Rosa María Calvet. Disponible en http://uqbarwapol.com/aceptacion-deseo-de-escuela-rosa-maria-calvet-elp-barcelona/