Buenos Aires, 15 de Junio 2021

Querido Alejandro,

Te escribo porque te he escuchado desde Bs. As. el año pasado en una actividad de la SLP cuyo título fue “Interpretar a la Escuela”. Allí, entre otras interesantes cuestiones, planteaste sobre la experiencia de la Escuela-Sujeto, tal como lo nombra Miller en “La teoría de Turín”, e invitaste a pensar la noción de sujeto desde el ultimísimo Lacan, el ser hablante. Entonces propusiste la posible fórmula desde la vertiente del cuerpo hablante: Escuela- cuerpo hablante. Me gustaría abrir esta pregunta, pues es un muy interesante aporte.

 Leer los síntomas de la Escuela en esta línea, como acontecimiento de cuerpo, leerlos para ofrecer las condiciones de existencia de lo que resuena en sus agujeros, con un aire digno a cada lectura en ella y de ella. Es una manera de dar paso a una existencia del cuerpo hablante-Escuela, en tanto conjunto que se abre al gusto por la existencia singular, condición de lo más vivo y que favorece una dignidad de un nuevo amor en esas resonancias. Abrir a un bien decir, responsable de sus consecuencias, nuevo y digno en el lazo libidinal en tanto puesta en acto de una escritura contingente por venir.

Cariños.

Andrea Zelaya

Stgo. de Chile, 20 de Junio 2021

Querida Andrea,

Me alegra que hayas retomado ese punto que propuse en la actividad de la SLP. La “Teoría de Turín” (TT) está articulada en torno a la noción de sujeto del significante y del efecto sujeto en las contingencias que la Escuela produce. No obstante, en la misma TT podríamos situar un trazo de la última enseñanza de Lacan y de esta preliminar noción de Escuela–cuerpo hablante, en tanto que ésta “existe ya bajo la forma de acontecimientos de Escuela”1. Miller hace alusión a congresos, asambleas, conversaciones, entre otros y “actos de Escuela”, los cuales pueden quedar reducidos a eventos, con o sin brillo fálico, o bien, según el caso, ir más allá del falo, haciendo resonancias en el cuerpo, haciendo un guiño al real de la vida apuntando al no-todo. Algunos ecos de los dispositivos del Pase podrían ubicarse en esa serie.

Ese registro del acontecimiento de Escuela permite interpretarla, no solo como efecto de soledad disgregativa separada del S1 (TT), leyendo los decires que producen interpretación acontecimiento en la comunidad analítica, haciendo resonar otra cosa que el sentido2.

Cariños.

 


 

(1) JAM Teoría de Turín acerca del Sujeto de la Escuela.
https://www.wapol.org/es/las_escuelas/TemplateArticulo.asp?intTipoPagina=4&intEdicion=1&intIdiomaPublicacion=1&intArticulo=291&intIdiomaArticulo=1&intPublicacion=10

(2) Laurent, Interpretación acontecimiento.
 https://www.nlscongress2019.com/speechesfr/-linterprtation-de-la-vrit-lvnement-argument-du-congrs-2020-de-la-nls-gand-par-ric-laurent

Alejandro Reinoso

Buenos Aires, 2 de julio de 2021

Querido Alejandro,

Tu decir tuvo ecos que resuenan no solo en mí seguramente, sino también en otros. Lo agradezco. Hizo acontecimiento, abrió un más acá. Sabemos de un más allá en el amor, lo que hace falta en uno, el otro, hiancia que alude a “dar lo que no se tiene a quien no lo es”. Un fuera de sentido en el amor es más acá en el cuerpo, acontecimiento singular sinthomatizado en las contingencias por fuera de lo necesario, no-universal, no-todo.

Tu carta suscitó esta pregunta respecto del cuerpo hablante-Escuela e interpretarla: ¿Hay el cuerpo Otro-Escuela, que al hablarle a ella y de ella, en ese decir hace huella, síntoma de cuerpo en Otra dimensión- Satisfacción?

Cariños

Andrea Zelaya

Stgo. de Chile, 15 de julio de 2021

Querida Andrea,

Agradezco tu pregunta que me empuja a arriesgar hacer una lectura de la vida de Escuela desde la última enseñanza. El cuerpo hablante-Escuela es una manera otra de leer el Otro de la Escuela, más allá del ideal, como un conjunto de cuerpos, donde cada uno de ellos se goza. Los analistas hablantes con un cuerpo y un fuera de cuerpo, este último con las modalidades de goce fálico que insisten en cualquiera de los objetos fantasmáticos (ser visto, hacerse escuchar, tener voz, sentirse devorado, cagado, etc.) que hacen pulular fantasmas que pueden incluso desplegar ecos colectivizados en la Escuela.

La experiencia de Escuela produce contingencias que tocan los cuerpos: algunas, con goces fálico y sentido de la Escuela-toda; otras, discontinuas, más allá del falo, son experiencias femeninas de Escuela que traen su real de vida a la comunidad analítica. Creo que las interpretaciones de Escuela van en esta última línea, no-toda. Tienen ese rasgo indecible, cuando una interpretación pasa, así como cuando un AE hace pasar una transmisión. Eso hace disyunción y al mismo tiempo anuda un cierto goce con el amor. Eso produce signos de amor que apuntan a la deconstrucción del Uno homogéneo.

Cariños.

Alejandro Reinoso