Mónica Torres (EOL)
Lacan, no incluye la indignación entre las pasiones del alma o las pasiones del objeto a. Las pasiones del ser – el amor, el odio y la ignorancia están en relación al Otro.
A diferencia de las pasiones del alma o pasiones del objeto a, que están referidas al ser hablante (parlêtre)¹.
Lacan toma el Tratado de las pasiones de Descartes y compara sus pasiones del alma con las de Descartes.
Me permito hacer un cuadro que compara las pasiones del ser, con las pasiones del alma en Televisión y con las pasiones del alma en Descartes.²
Voy a incluir a las Dimensiones de la otra cosa que Lacan menciona en su Seminario 5³. Son: Aburrimiento (como en las pasiones del alma), Plegaria, Deseo (como en las pasiones para Descartes), Vigilia, Enclaustramiento y Pánico⁴.
El tema del ENAPOL sólo incluye una de las pasiones del ser: El odio.
La cólera es uno de los pecados capitales y es interesante la lectura del artículo de François Regnault⁵ “Pasiones Dantescas”, porque allí Regnault nos habla de las referencias de Lacan a Dante, Spinoza , Santo Tomás y Descartes.
La cólera (también llamada ira) es uno de los pecados capitales. El odio, entonces, pasión del ser. ¿Y la Indignación?
Descartes en su Tratado de las pasiones nos habla de la indignación en el artículo 65 que se titula precisamente “La indignación y la ira”.
“Sin embargo, el mal hecho por otros, aunque no tenga ninguna relación con nosotros, suscita únicamente nuestra indignación; pero cuando es contra nosotros, también nos mueve a la ira.”
Aunque Descartes la menciona, Lacan no considera que la indignación sea una de las pasiones del alma en Descartes. Y es porque Descartes concluye que sólo hay seis pasiones primitivas.
Las seis que he mencionado en el cuadro que propuse.
Entonces, la indignación no pertenece a las pasiones del alma. Descartes considera que es algo que nos pasa cuando le hacen algún mal a otro.
Me permito dar un salto aquí e incluir a Hegel, quien en su Fenomenología del espíritu nos habla del alma bella⁶. Creo que la indignación tiene un parentesco con la histeria (alma bella).
Para decirlo con más claridad (dada la brevedad de este texto) considero que la indignación no es una pasión, sino que se trata de una posición histérica. Con una salvedad, es posible que la indignación que ataña a un daño perpetrado a otro, esté relacionada con nuestra posición ética.
En cuyo caso, el mal ocasionado a otros puede llevarnos a una indignación legítima. Vinculada más a la ley del corazón, también mencionada en el capítulo 5 de la ya citada Fenomenología.
Si la indignación no lleva a actuar, al contrario, aparta al sujeto del mundo; se trata del alma bella (histeria). Si la indignación lleva a la acción, resulta de ello la locura de querer emparentar la ley con el corazón.
¹ LACAN,J. “Televisión”. Otros escritos, Paidós, Bs. As, 2012.
² DESCARTES, R. Las pasiones del alma. Aguilar, Atea, Taurus, Alfaguara, Bs. As, 2010.
³ LACAN, J., El seminario, libro 5, las formaciones del inconsciente. Paidós, Bs. As., 1999, pp. 180-183.
⁴ TORRES, M. “Pasiones en Bloque”. Revista Enlaces. N° 23, ICdeBA, Grama Ediciones, Agosto de 2017, p. 18.
⁵ REGNAULT, F. “Pasiones dantescas”. Revista Enlaces. Op. cit. p. 5.
⁶ HEGEL, G. W. F., Fenomenología del espíritu. Fondo de Cultura Económica, Bs. As, 1992.