Ricardo Seldes
Me sumo a la alegría bien bahiana de mi amigo Iordan. Los nervios previos a comenzar este recorrido que ahora finaliza, se transformaron en la satisfacción de este lazo impresionante que promueve la FAPOL, en 3 días de encuentros y trabajos.
Hace muchos años me tocó cerrar el Encuentro del campo freudiano llamado Los poderes de la palabra. Y en ese momento encontré un decir de Borges que nunca más olvidé. “Tengo nostalgia del momento en que tendré nostalgia de este momento”
En el Bureau nos complementamos, hay alegría bahiana y algo de nostalgia porteña.
Sin embargo, no me quedaré en la nostalgia que suele ser muy mortificante, sino en sentido contrario, tomaré un rumbo vivificante, uno que aprendí en este ENAPOL.
El saber en fracaso, esa expresión de Lacan que escuchamos de Luis Tudanca en el homenaje a Lacan también se aplica a la tecnología. Qué ingenuos creer que ese saber es seguro, recuerden que la semana pasada cayeron internet y las redes sociales y dijimos “afortunadamente no fue el 8 de octubre, no sucedió en los días del ENAPOL”
También en la tecnología, en sus benditos algoritmos hay un saber que fracasa por una simple razón; porque existen las contingencias, porque el diablo mete la cola, porque está lo real y el psicoanálisis responde con el sujeto del inconsciente que es un sujeto producido por el psicoanálisis, por el deseo del analista, por el nuevo amor, el de transferencia.
Desde el momento en el que comenzó la preparación del Enapol hace varios meses hasta ahora en su cierre demostró que, además de Federativa la FAPOL, como las escuelas que la componen, agregan algo más.
En una de las conversaciones que JAM en tanto delegado general mantuvo con Enrique Etchegoyen, presidente de la IPA hablaron de las diferencias entre una sociedad componente de la IPA como algo muy estructurado y jerarquizado a diferencia de la Escuela de Lacan. Cito a Miler: Una Escuela es algo muy delicado, es una flor, para sobrevivir necesita del respeto de sus miembros. Una Escuela de Lacan es cosa de amor y no puede soportar muchas tensiones muchas intrigas, es una elección de amor entre sus miembros. Trabajar sobre el amor produjo y enriqueció los lazos en los que nos sentimos tocados por la Orientación lacaniana
Ahora que el X Enapol está finalizando podemos decir que durante este año No-todo fue ENAPOL para el Bureau.
Nos ocupamos de las Redes, de la RUA, de la RPA la red de psicoanálisis aplicado que hizo su conversación clínica hace un par de meses con una gran convocatoria y está la red de Cine y Psicoanálisis.
Las 3 redes están constituidas por miembros de las 3 Escuelas y continuarán su trabajo durante el próximo año FAPOL que va de septiembre a septiembre.
Como habrán apreciado en la tarde de hoy los Observatorios nos han interesado, nos han convocado. Se trata de lugares en los que se juega una política psicoanalítica, la de tomar posición en la sociedad para leerla, estudiarla y proponer los medios de acción para no ceder a la trampas de la civilización, tal como escuché decir ayer en la Jornada clínica.
Durante los próximos 12 meses seguiremos trabajando con las redes y observatorios, para intervenir de la manera conveniente, con tacto, como ha sugerido Eric Laurent. Responderemos a quienes intentan silenciar al psicoanálisis y complicar la práctica. Responderemos a quienes desde una posición individualista están en el negocio de creer que los sujetos de cualquier edad, son mercancías. La histeria de antes y la de ahora nos ha enseñado a no burocratizarnos, a inventar sin que nos apabulle un superyó exigente por lo nuevo.
Nuestros principios y conceptos, siempre cuestionables por nosotros mismos son la antorcha que nos orienta cuando las cámaras se enciendan y se apaguen, mientras los facebooks Instagram etc continúen en su murmullo permanente.
La conferencia de Eric Laurent que retoma las líneas que marcó este año JAM permitirán a los observatorios de la FAPOL continuar su tarea con un nuevo empuje, el que demuestran siempre, el del deseo por la causa analítica, un deseo que convoca a los miembros de las escuelas y a sus amigos psicoanalíticos.
Con orgullo y con emoción le paso la palabra a la presidente de la FAPOL, Viviana Berger.