Isolina Dabove
Investigadora Principal del Conicet

Entrevistadora:
Andrea Amendola

Parte 1

AA: Dada tu investigación con adultos mayores ¿hay algo nuevo en el amor a esa edad?

ID: La vivencia del amor, sobre todo del amor en pareja, es siempre una experiencia única, ¿no es cierto? Cualquiera sea la edad. Es una experiencia de transformación profunda y en ese sentido nos conecta con lo más singular. Pero es cierto también, que podemos hacer ciertas caracterizaciones de la vivencia del amor en función de las etapas. Y, en ese sentido la vejez, a mí me parece que la vejez aporta miradas interesantes acerca de estas experiencias amorosas por muchas razones.

De un lado, a causa de la propia riqueza de vida que tiene una persona mayor, ¿no es cierto? Ya el amor nos atraviesa plantados y con un recorrido importante y con una conciencia de sí misma que tenga la persona más clara, que a otras etapas de la vida, me parece a mí.

Aunque a veces no aprendemos de nuestros errores, estamos al menos inconscientemente con ciertas alertas en relación a lo que nos pasó antes y si nos vuelve a pasar, bueno… hay más posibilidades para la pregunta.

También, la vivencia del amor en la vejez está atravesado por múltiples prejuicios, y en ese sentido, un lugar muy importante lo ocupa la cultura patriarcal, porque las mujeres en particular, solemos estar muy presas de los estándares valorativos que impone esta manera de entender la vida y, somos las mujeres las que solemos inhibirnos más, en ese deseo erótico amoroso que puede aflorar en la vejez.

A los varones mayores les pasa factura el sistema patriarcal en relación a la potencia, es el temor a no poder en todos los órdenes.

Ahora, todo eso se supera o bien se pone en marcha ¿no?…

En favor de la expresión del amor, suceden cosas maravillosas. Suceden vínculos que nos asombran, que son… podríamos decirlo, del orden de lo mágico porque la vivencia del amor en la vejez creo que es más cuidada más prudente y también, más intensa por el alcance que tiene en la vida de cada uno de los participantes.

La oportunidad que han tenido muchas personas mayores, varones y mujeres de salir del closet ¿no? en el amor, que lo han hecho de grandes porque por suerte hoy vivimos en una cultura en ese sentido abierta ¿no? …más sabia, diría yo.

Y entonces bueno, es muy conmovedor ver parejas de mujeres o parejas de varones que han… incluso que se han podido casar, que han podido formalizarse o bien, que han podido directamente decirlo a los cuatro vientos, como metáfora ¿no? …que habían vivido este amor muchos años o toda su vida pero, de una manera clandestina porque no se sentían habilitados por la sociedad en la que viven.


Parte 2

AA: La tendencia hacia los lazos líquidos, ¿se pone de manifiesto entre las personas mayores?

ID: La tendencia no es hacia el establecimiento de lazos líquidos.

Esta vejez, o sea, en relación con el segmento de personas mayores, que hoy se enamoran o viven el amor ¿no? Y… creo que esto de la… tendencia a buscar relaciones afectivas con proyección, con perdurabilidad, no líquidas, a su vez está ligada a la biografía, al contexto cultural que esta generación de baby boomers, -para ponerlo en  un término universal- han vivido. Las personas mayores de hoy, de sesenta y más años, han vivido la relación de pareja sobre todo, las relaciones amorosas, en un marco de pautas claras en relación con -si estamos hablando de occidente- la monogamia, la estabilidad de ese vínculo, la importancia de la constitución de una familia, en fin, con la posibilidad de ruptura y de restablecimiento de un nuevo vínculo pero dentro de este esquema monogámico ¿no?

Por otro lado, si bien es cierto que, cuando estas personas eran jóvenes ¿no? O… recorrieron la mayor cantidad de años de su vida porque estamos hablando de sesenta y más, respecto de una expectativa de vida de ochenta y más, la mayor cantidad de años vividos, lo han hecho en base a una cultura, también hipócrita en relación al amor de pareja.

Lo del amor líquido, me parece que no está tan presente en los amores en la vejez, aunque sí es cierto, en todo caso habría un matiz que hacerle a esta afirmación y es en relación con la consciencia de la finitud. Entonces, muchas personas mayores se animan a iniciar o a revivificar su relación de pareja -también eso sucede- a renovar ese amor pero con más consciencia de la finitud, de que en cualquier momento esta muerte ya nos puede llegar y ahí es también donde se produce la posibilidad de un cambio y de una conexión más profunda con el deseo amoroso, porque se suele valorar cada instante.

La luminosidad que aparece en los ojos, en el cuerpo, en la piel de una persona cuando se enamora. Y en esto… no me parece que haya edad.


Parte 3

AA: ¿Qué nos enseña tu frase “uno no se jubila de la vida”?

ID: Esa frase tiene que ver con el sostenimiento del deseo, con el sostenimiento de la vida en nuestro cuerpo en nuestro espíritu, en nuestra mente.

Y si bien, desde el punto de vista jurídico ¿no es cierto?, la palabra jubilación tiene un peso muy fuerte en nuestras vidas, porque automáticamente uno lo asocia con lo pasivo, con lo inútil, con costo social, con ser una carga, con no tener ya proyectos, o no poder proyectar más que no tener proyectos, la imposibilidad de proyectarnos… nada de esto es lo que nos dice el amor.

La jubilación es un mecanismo de control del mercado de trabajo, ni más ni menos que eso, en un sistema productivo… bueno, que hoy se llama capitalista y que tiene sus bemoles, aspectos positivos y negativos pero es lo que hay, es lo que nos ha tocado en suerte.

Entonces… pero claro, este sistema jubilatorio ha calado muy hondo en la cultura -incluso amorosa- porque ya les digo, uno asocia vejez con pasividad, y no hay nada más asesino del amor que esta mirada. Lo digo así, asesino en el sentido metafórico pero también intenso, como denota la palabra.

En el amor no hay lugar para la pasividad, en el amor todo es energía en circulación y desde ese lugar es que vivimos.

Generalmente las mujeres mayores no se plantean como un objetivo volver a tener una pareja, estar con alguien. Esto… les pasa más a los varones y acá también incide la cultura patriarcal.

Además, cumplir con un super yo social que nos dice que debemos ser pasivas, que debemos estar quietitas, que nos dice “ojo con enamorarse” o con tener incluso fantasías sexuales, porque esto en la vejez es impúdico.

La buena noticia es que nada de esto tiene por qué ser así, son construcciones colectivas y bueno, espero que después de esta charla, podamos sembrar interrogantes, podamos sembrar la inquietud, el bichito del deseo que tome todo nuestro cuerpo, nuestro espíritu y nos trascienda para el bien, para bien.