El amor ha sido siempre una mediación, siempre mezclado con instancias que no se juntan. Freud concluye que hay algo que no anda en relación al amor y la sexualidad. Lacan introduce el deseo para romper la disyunción freudiana. Pasamos del narcisismo del amor a la lógica fálica del ser y el tener e implica la castración, la falta en ser, el vacío.

Se pasa luego de amar es dar lo que no se tiene a se ama y se desea en el objeto algo que está más allá de él mismo.[i] De aquí objeto a será partenaire-goce hasta llegar al partenaire síntoma.[ii]

Al haber forclusión del Nombre del Padre no es posible el amor simbólico. Admite la posibilidad del amor para la psicosis pero sólo a nivel de un amor muerto.[iii]  

Lacan pasa a otra lógica: “¿Cómo es que todos nosotros no percibimos que las palabras de las que dependemos nos son, de alguna manera, impuestas? ¿Cómo hay quienes llegan a sentirlo? Ciertamente Joyce nos permite conjeturar algo.”[iv]

Joyce le enseña a Lacan que el sinthome objeta el lazo social, el querer decir y el Otro. Joyce muestra el modo de funcionamiento del Uno solo. Si estamos en el inconsciente, estamos en el Otro. La psicosis muestra cómo el Otro y el lenguaje son una invasión al Uno solo, se vive en tanto constituido.  Así Miller sostiene que todo discurso es defensa contra lo real y todo el mundo es loco.[v]

Desde esta perspectiva, podemos hablar de amor en la psicosis, el amor puede realizar un anudamiento y estabilizar al Uno solo. Esta mediación no es simbólica. Cualquier registro puede venir a anudar, no hay jerarquías. En la neurosis el amor suple la ausencia de la relación sexual, en la psicosis evita la relación mortífera de la invasión del Otro, puede ser un límite al goce.

Ejemplos de casos clínicos: D. ama, sin atribución del amor del Otro, se mantiene en la captura de la imagen del otro; un hombre, tiene una mujer que dice que lo ama y además conversa. Nora en Joyce vela el ‘se goza’ complementado con la escritura.[vi] Amor como mediación, suplencia y muchas veces invenciones maravillosas, que hacen que el Uno solo, de la pulsión, haga lazo con Otro.

Laurent[vii] sostiene que no se trata ya de la declinación de la función paterna sino del aspecto psicotizante de esa función en el mundo del Otro que no existe. Entonces, ¿los nuevos lazos son más por los síntomas que por el amor? ¿Son dos tipos de lazos diferentes?

Mercedes Iglesias
(NEL)


[i] Miller, J. A. De la naturaleza de los semblantes, Paidós, Buenos Aires, 2002, p. 271.

[ii] Miller, J. A. El Otro que no existe y sus comités de ética, Paidós, Buenos Aires, 2006, p. 293.

[iii] Lacan, J. Seminario 3, Las psicosis, Paidós, Buenos Aires, 2004, p. 263.

[iv] Lacan, J. Seminario 23, El sinthome, Paidós, Buenos Aires, 2006, p. 96

[v] Miller, J. A. Ironía, Conferencia V Encuentro Internacional del Campo Freudiano, Buenos Aires, 1988.

[vi] Miller, J. A. El amor en la psicosis, Paidós, Buenos Aires, 2008.

[vii] Laurent, E., en Piezas Sueltas, Paidós, Buenos Aires, 2013, p.407.