Nuestra cuarta y última entrega de citas sigue acompañando las preguntas que nos plantea el argumento…pero no nos despedimos, continuaremos con las perlitas en los boletines Ap/bertura, y nuevas sorpresas…

Nuestra vía de acceso a la investigación “Comenzar a analizarse”; ni catálogo, ni análogo, la tercera vía… ¡la función de la llave!

1- ¿Qué es lo que lleva a un sujeto a buscar un analista en los tiempos que corren? ¿Cómo se inician los análisis hoy?

“El neurótico es incapaz de gozar y de producir {rendir}; de lo primero, porque su libido no está dirigida a ningún objeto real, y de lo segundo, porque tiene que gastar una gran proporción de su energía restante en mantener a la libido en el estado de represión {desalojo} y defenderse de su asedio.”

Freud, S., (1916-1917) “28 conferencia. La terapia analítica”, Obras completas, Vol. XVI, Buenos Aires, Amorrortu editores, 1996, p. 413.

“Como ustedes saben el síntoma no puede ser interpretado directamente, se necesita la transferencia, o sea, la introducción del Otro.

(…) no forma parte esencial de la naturaleza del síntoma que deba ser interpretado. No llama a la interpretación como lo hace el acting out, contrariamente a lo que podrían ustedes creer.

(…)

Tratándose del síntoma, está claro que la interpretación es posible, pero con una determinada condición añadida, a saber, que la transferencia esté establecida.”

Lacan, J., (1962-1963) El Seminario, libro 10, La Angustia. Buenos Aires, Paidós, 2006, p. 139.

“La entrada en análisis, en tanto distinta de la entrada en el consultorio del analista, significa que la primera investidura se ha cumplido, que el analista, al que uno ha venido a ver quizás `por azar´, se ha convertido en el objeto, que ha habido elección de objeto. (…) La elección del objeto analítico es, como toda elección de objeto, propiamente transferencial en el sentido de Freud, el de la repetición. No hay amor que no esté fundado en una transferencia de libido a partir de los objetos primarias que son edípicos”.

Miller, J.-A., (1989) “Visto desde la salida”, Cómo terminan los análisis. Paradojas del pase, Buenos Aires, Grama ediciones, 2022, p.88.

2 – ¿Cuándo empieza un análisis?

“No olvidemos, en efecto, que la enfermedad del paciente a quien tomamos bajo análisis, no es algo terminado, congelado, sino que sigue creciendo, y su desarrollo prosigue como el de un ser viviente. La iniciación del tratamiento no pone fin a ese desarrollo, pero, cuando la cura se ha apoderado del enfermo, sucede que toda la producción nueva de la enfermedad se concentra en un único lugar, a saber, la relación con el médico. La transferencia es comparable así a la capa de crecimiento celular situada entre la corteza y la pulpa de un árbol, de la que surgen la nueva formación de tejidos, y el espesamiento del tronco.”

Freud, S., (1916-1917) “27ª. Conferencia. La transferencia”, Obras completas, vol. XVI, Buenos Aires, Amorrortu editores, 1996, pp. 403-404.

“Porque finalmente es necesario que una puerta esté abierta o cerrada, con lo cual estamos en la vía psicoanalizante o en el acto psicoanalítico. Se puede hacer los alternar como una puerta vaivén, pero la vía psicoanalizante no se aplica al acto analítico, cuya lógica está en su consecuencia.”

Lacan, J., (1967) “Discurso en la Escuela Freudiana de París”, Otros Escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012, p. 292.

“`Al comienzo del psicoanálisis está la transferencia´. ¿Qué significa esto? En primer lugar, que al comienzo del análisis no está el inconsciente. Lo que hay al comienzo es ese significante enigmático que causa traumatismo y debe descifrarse. Para descifrarlo hace falta relación con el analista y el inconsciente que trabaje en ese desciframiento.”

Miller, J.-A., (1993-1994) Donc, Paidós, Buenos Aires, 2011, p. 434.

3 – ¿En qué cambió la clínica del comienzo de análisis en los últimos años?

“(…) merced a las redes telegráficas y telefónicas que envuelven al mundo entero, las condiciones del comercio y del tráfico han experimentado una alteración radical; todo se hace de prisa y en estado de agitación (…) Los nervios embotados buscan restaurarse mediante mayores estímulos, picantes goces, y así se fatigan aún más (…)”

Freud S.,, (1908) “La moral sexual ‘cultural’ y la nerviosidad moderna”, Obras completas, Vol. IX, Buenos Aires, Amorrortu editores, 1989, p. 165.

E.G.: ¿Qué es lo que no anda en el hombre hoy en día?

J.L.: Es este gran hastío, la vida como consecuencia de la carrera hacia el progreso. Gracias al psicoanálisis, la gente espera descubrir hasta donde se puede llegar arrastrando ese hastío.

Lacan, J., (1974) “Entrevista en la revista Panorama”, Revista Lacaniana de Psicoanálisis N° 22, abril 2017, p.10.

“Esta dimensión ética nosotros la constatamos cada vez que comienza un análisis -cuando, en aquel que viene a pedirlo, tratamos de evaluar si la voluntad de no ser indiferente al fenómeno freudiano está lo bastante presente-. Se puede decir `No hay nada que hacer… no hay nada que esperar de contar los sueños, ni de intentar darles sentido´, esto es completamente legítimo. Es preciso que haya, en el origen, un sujeto que al contrario decida no ser indiferente al fenómeno freudiano.”

Miller, J.-A., “Habeas corpus”, Revista Lacaniana de Psicoanálisis Nº 21, octubre 2016, p.37.

4 – Un llamado a los practicantes: ¡Empezar a analizarse!

“Sé que en el presente soy un corresponsal inservible que no puede hacer reclamo alguno, pero ciertamente no lo fue siempre y no he de seguir siéndolo. Lo que ha sucedido en mí, todavía no lo sé; algo desde las hondas profundidades de mi propia neurosis se ha opuesto a un progreso en la inteligencia de las neurosis, y tú estabas envuelto en ello de algún modo.”

Freud S.,, (1887-1904) Sigmund Freud. Cartas a Wilhelm Flie𝛽, Buenos Aires, Amorrortu ed., 1986, p. 273.

“Se ve que si el psicoanálisis consiste en el mantenimiento de una situación convenida entre dos partenaires que se asumen en ella como el psicoanalizante y el psicoanalista, él no puede desarrollarse sino al precio del constituyente ternario que es el significante introducido en el discurso que en él se instaura, el que tiene nombre: sujeto supuesto saber, formación esta no de artificio sino de vena, como desprendida del psicoanalizante.

Tenemos que ver lo que califica el psicoanalista para responder a esta situación que, como se ve, no envuelve a su persona.”

Lacan, J., (1967) “Proposición del 9 de octubre de 1967”, Otros Escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012, p. 267.

“Se contesta muy fácilmente la pregunta acerca de en qué momento entré en análisis. Entré en análisis en el momento en que me volví el número uno del Departamento de Psicoanálisis, es decir, cuando me convertí en el director del Departamento de Psicoanálisis. Puedo decir que me volvió loco. Me volvió loco porque tenía que distribuir cosas, la gente me venía a ver para pedirme o cargos o bien horas y por lo visto, yo me identificaba con el que no tiene, con el caballero errante o con el joven, pero en todo caso no con el señor. Era tan profundo que, cómo decirlo, dicté clase pero -lo recuerdo muy bien-, en las primeras que di en calidad de director del Departamento de Psicoanálisis en 1974 -no data de ayer- me sofocaba la angustia. Yo había dictado clases antes sin dificultad, nunca me costó hablar en público, pero allí la cuestión no era evitar hablar en público, era realmente inexplicable. No tenía que ver con el hecho de dictar clase sino con ser el número uno y estar del lado de los que tienen. Entonces ahí tuve que entrar en análisis.”

Miller, J.-A., (2007-2008) Todo el mundo es loco, Buenos Aires, Paidós, 2015, pp. 125-126.