“Comenzar a analizarse”; ni catálogo, ni análogo, la tercera vía… ¡la función de la llave! fue nuestra consigna de trabajo. Una empresa apasionante con la que fuimos abriendo cada uno de los textos. Allí los hallazgos que fuimos presentando, en citas y en bibliografía razonada, fueron armando una tensión entre lo fragmentario del recorte y su anclaje en el centro de la experiencia analítica y de la formación. La clínica de los inicios a la vez que la clara orientación de la voz reflexiva fueron la brújula.

Ahora les presentamos “en los umbrales”, una nueva serie que es nuestro modo de festejar el trabajo de Escuela desde el detalle que cada uno de los lectores-investigadores ha querido subrayar, recortar o imprimir a la tarea.

Cita elegida por Eugenia Destéfanis

Empujada por el deseo de conocerlo, ella fue a París. Ella le pidió una cita y él se la acordó. Ella le expuso su demanda de análisis y, después de una larga entrevista, él acepto ser su analista. Como ella no tenía muchos medios, él le propuso que le diera lo que quisiera. Él era así, abierto a acoger una demanda que parte del que o la que sufre.

Y con él, por medio del acto analítico, ella encuentra el psicoanálisis y su eficacia. Con él, no era cuestión de hablar para no decir nada o para no oír nada o para complacerse en la queja. No, con él, se hacía la experiencia de lo que se dice sin saber, de lo que insiste a la manera de una melodía secreta y que no se oye, porque no se quiere saber nada. Para poder oír, había que romperse a una experiencia muy penosa al principio, que se vuelve alegre seguidamente, una experiencia de disyunción de sonidos con el sentido de las palabras. Este analista lleva la experiencia de palabra hacia la zona donde la palabra se anuda a un real. En ese diseño, él desarticulaba el lenguaje con el fin de hacer emerger el rumor de lalangue.

Solano-Suárez, E. , (2008) “El artesano”, La regla del juego. Testimonios de encuentros con el psicoanálisis, Madrid, Editorial Gredos, 2008, pp. 285-286

Cita elegida por Ivana Bristiel

(…) solo una persona analizada puede contar su vida de una manera plausible, ya que el análisis se supone que le ha permitido levantar las represiones responsables de los blancos o de las incoherencias en la trama del incesante monólogo del yo. Pero una vez completada de esta manera, tu vida no se puede ya contar a cualquiera. El demonio del Pudor se yergue: es preciso mentir o bien ser indecente. Y además, el análisis hace estallar la biografía en pedazos, polimeriza la verdad, no te deja más que los fragmentos, las esquirlas. La memoria es de moaré, tornasolada. Lo real no se trasmuta en verdad, si no es en sí misma mentirosa. Existe ese obstáculo irreducible que constituye lo que Freud llamaba la represión primaria: se puede seguir interpretando siempre, no hay la última palabra de la interpretación. En resumen, autobiografía es siempre autoficción

Miller, J.-A., Vida de Lacan, Buenos Aires, Grama, 2011, p. 15.

Cita elegida por Jazmin Torregiani

Llamé a la madrugada a un amigo y le dije que estaba volviendo a pasar. Preguntó «qué cosa», pero no supe qué responder. No podía ni sabía cómo nombrar eso que me arrastraba. Y esa parte mía que se dejaba ir, cortaba las amarras con lo tangible. Llamé para despedirme o para dar aviso, como quien hace un largo e imprevisto viaje y necesita dejar alguna señal para no perderse del todo.

Loza, S., Diario inconsciente, Bosque energético, Buenos Aires, 2022, p 52.

Cita elegida por Dalia Virgilí Pino

En lugar de seguir dicha indicación, la paciente inicia un análisis con el doctor C. , cuatro sesiones semanales en las cuales se le echan en cara las resistencias que opone y el hecho de hablar de sí misma sin participación, como si viese desde afuera. Marie disiente y suspende las sesiones de inmediato. Por indicación de Nodet, busca profesionales más serios. Al fin, encuentra a Jacques Lacan, se ven durante tres años, varias veces a la semana, ella en busca del verbo encarnado, él del vacío.

Macola, E., (2018) María de la Trinité. De la angustia a la paz. Testimonio de una religiosa, paciente de Jacques Lacan. Barcelona: NED Ediciones. p. 79

Cita elegida por Cynthia Barreiro Aguirre

“Tarde en la vida”, me dice, “descubro que tengo un alma. No ignoraba su existencia, pero no sentía su realidad. Agreguémosle el hecho de que alrededor mío nadie pronuncia ya esa palabra. Sin embargo, a fuerza de vivir, de desprenderme de muchas cosas, se me impone esa entidad irreductible, a la vez intangible y materialmente real. Habita en mi centro y nunca me abandona. […] ¿Aceptaría usted hablarme del alma? Me parece que a partir de allí todo volvería a ser esencial, abierto.”

Escribo la palabra “alma”, la pronuncio para mis adentros, y respiro una bocanada de aire fresco. Por una asociación fónica, escucho Aum, palabra por medio de la cual el pensamiento de la India designa al Soplo primordial. Instantáneamente me siento vinculado a ese deseo inicial por el cual surgió el universo, y encuentro en lo más profundo de mi ser algo que me fue revelado y que perdí hace tiempo, ese sentimiento íntimo de una auténtica unicidad y de una posible unidad.

Cheng, F., Acerca del alma 1ª ed adaptada. Ciudad de Buenos Aires, El Hilo de Ariadna, 2017, pp. 13-20

Cita elegida por Juan Brodsky

Escribir
Tachar
Dudar y preguntar.
Aprender.
Anotar ideas grandes, complejas.
Anotar ideas pequeñas, simples.
Ideas tontas, poéticas, inútiles.
Valiosas.
Ideas que te hagan soñar.
Ideas que te quitan el sueño.
Encontrar tu pasión.
Perderla, buscarla.
Inventarla.
Vivirla.
Aburrirte.
Cuestionarte.
Cambiar para apostar,
no poder conformarte.
Pensar en dejar todo.
Dejar todo.
Contemplar.
Imaginar.
Volver a creer.
Crecer.
Trabajar.
Disfrutar
Ser libre para crear
Anónimo, La simplicidad es la máxima sofisticación. Editorial Monoblock, 2023, p. 1.