Nuestra vía de acceso a la investigación “Comenzar a analizarse”; ni catálogo, ni análogo, la tercera vía… ¡la función de la llave!
1- ¿Qué es lo que lleva a un sujeto a buscar un analista en los tiempos que corren? ¿Cómo se inician los análisis hoy?
“La extraordinaria diversidad de las constelaciones psíquicas intervinientes, la plasticidad de todos los procesos animicos y la riqueza de los factores determinantes se oponen, por cierto, a una mecanización de la técnica.”
“Primeramente, ¿El final de análisis es lo que se nos demanda? Lo que se nos demanda debemos llamarlo con una palabra simple, es la felicidad.
(…)
El análisis aparece en este contexto-sin que podamos saber exactamente que justifica que sea en este contexto-, y el analista se ofrece a recibir, es un hecho, la demanda de la felicidad”
“¿Quién va al análisis hoy? Solamente los decepcionados del “deber ser”, los que tienen un ideal. Conservemos el valor de referencia del término ideal, al que sería muy fácil degradar bajo el nombre de narcisismo -por más que haya en efecto un lazo entre el ideal y el narcisismo, aunque solo fuera por el hecho de que aquellos que quisieran ser diferentes de lo que son, creen o se imaginan que podrán serlo. La creencia en el síntoma es en este aspecto estrictamente correlativa, es decir que está enlazada a la creencia en el ideal”
2- ¿Cuándo empieza un análisis?
Dos tramos del comienzo de un análisis
“(…) puede trazarse la comparación con dos tramos correlativos de un viaje. El primero comprende todos los preparativos necesarios, tan complicados hoy y tan difíciles de cumplir, hasta que por fin se abandona la carta de viaje y uno pone el pie en el anden y consigue su lugar en el vagón. Ahora tiene el derecho y la posibilidad de viajar hasta ese lejano país, pero tras todos esos trabajos previos no se está todavía ahí […] Aun es preciso hacer el viaje mismo de una estación a la otra (…)
“La dimensión de la sorpresa es consustancial a lo que ocurre con el deseo en tanto que ha pasado al nivel del inconsciente.”
“¿Cómo comienzan los análisis? …por cierto, los análisis-puse un plural-comienzan de diferente manera y podemos divertirnos describiéndolos. A veces comienzan con lágrimas y a veces con risas. A veces pueden comenzar con desconfianza: – ¿lo necesito verdaderamente? ¿es usted analista que puede entenderme? ¿Quiero en verdad un análisis? pero también pueden comenzar con soltura, con facilidad: –pienso en eso desde hace tiempo, lo demoré hasta el momento en que por fin cumplí mi designio. A veces comienzan con urgencias: – ¡de inmediato! ( …) captar la estructura del comienzo…siempre comienzan por la transferencia”
3- ¿En qué cambió la clínica del comienzo de análisis en los últimos años?
“Para el psicoanalista, en las circunstancias hoy reinantes, hay una tendencia afectiva peligrosísima: la ambición de obtener, con su nuevo y tan atacado instrumento, un logro convincente para los demás.”
“Ahora bien, no debería tratarse en esta ocasión de elidir lo imposible, sino de ser su agente”
“Digo todo esto en tono vagamente irónico, pero mi problema es no obstante que habrá que ver cómo situar el psicoanálisis, en un mundo que está reconfigurándose de un modo muy serio, entre las TCC y la religión, si me permiten”
4- Un llamado a los practicantes: ¡Empezar a analizarse!
“Freud me detuvo aquí y me dijo: “¿Preparo usted esta hora?” “No”, respondí, “pero ¿Por qué me lo pregunta?” “Porque fue una presentación perfecta. Quiero decir que fue, como decimos en alemán, druckfertig*. Lo vere mañana”
*listo para imprimir
“Freud sabe desde el comienzo qué sólo si se analiza progresará en el análisis de los neuróticos”.
“El analista -ya sea el nominado, el autoinstituido, el experimentado o el debutante- no está en ningún caso eximido de intentar, como ejemplifica Freud, esclarecer su relación con el inconsciente. No digo amarlo…”