Tânia Abreu

EBP

La clínica con autistas exige del analista una postura activa e inventiva, sobre todo en una época en que la ciencia y su todo-saber intentan inyectar soluciones donde el lenguaje hace agujero. Así, algunos índices que observaba en esta clínica se desplazaron del campo de la inquietud a una búsqueda de formalización a través de articulaciones entre acontecimiento de cuerpo y transferencia.

1. Autismo: clínica de lo real
Ansermet [1] advierte que el autismo es una patología limítrofe entre la medicina y el psicoanálisis ya que acciona las cuestiones de una clínica de lo real. Propone que pensemos una continuidad entre la dimensión del organismo y la del sujeto. Pensado así, el autista estaría en la frontera del lenguaje, confrontado a sus leyes, pero petrificado por ellas.

2. Acontecimiento de cuerpo: una fijación
Para Laurent hablar no es un acto cognitivo, sino algo del orden de una extracción (arrachement) en lo real, de una mutilación. El encuentro con la palabra para el sujeto autista tiene el efecto de un «golpe» en su goce de cuerpo vivo, que lo deja al servicio del Uno de goce que no se puede apagar.

«… en el campo del espectro de los autismos, el Uno del goce no puede ser borrado; no se borra esa marca del acontecimiento de cuerpo. El acontecimiento de cuerpo es esto: una palabra es pronunciada, y el niño queda sometido a un horror particular, como indicó el doctor Lacan en la Conferencia de Ginebra sobre el síntoma» [2]. Ese Uno que no se borra marca el cuerpo como un cuerpo que goza de sí mismo en un más allá del Principio del Placer. En las distintas prácticas de los sujetos autistas con su cuerpo, con las cuales intentan estabilizar su relación con el acontecimiento de cuerpo, vemos la demostración, por un lado, del modo en que el cuerpo es invadido por un goce pleno y, por otro, el hecho de que esos sujetos intentan extraer algo del cuerpo [3].

3. Viñeta clínica
Veamos el caso de José, quien a los tres años, se enfrenta con la falta simbólica, con el Otro que dice «no» y se provoca vómitos poniéndose el dedo en la garganta y llora mucho. El niño autista tiene acceso directo a lo real al cual nada le falta, y que obliga al sujeto a agujerearlo. El llanto y el vómito tendrían esa función de vaciamiento de lo Real pleno de goce invasivo que configura el acontecimiento de cuerpo.

La iteración del Uno de goce en el campo del autismo no conduce a que se borre el acontecimiento de goce. Esa prevalencia del Uno genera una fijeza que se expresa en el autismo como un exceso de goce en un cuerpo en el cual el no tuvo la función de hacer borde. Como defensa, el autista se encapsula, crea barreras a la aproximación del Otro y sus objetos que no funcionan como objetos pulsiones, sino como objetos reales que se caracterizan por una presencia excesiva.

La elección de los objetos autísticos, que no funcionan como monedas de cambio, sino como complementos del cuerpo sin forma, adquieren el estatuto de borde entre el cuerpo y el mundo exterior. Para José la elección recayó sobre los carros y sus ruedas que detienen su mirada de manera privilegiada.

4. Transferencia: una invención
La transferencia no se instala por la vía del sujeto supuesto saber, sino por la modulación de la voz, por las posibilidades que el analista tiene de «aceptar los tratamientos posibles de lo insoportable del Uno de la lengua sobre el cuerpo» [4]. El analista, al acoger esta singularidad, actúa «permitiendo un registro de la letra lo más amplio posible» [5].

El trabajo transferencial se inició cuando los padres informaron que José se mostraba interesado por el lápiz y el papel. De a poco, el analista percibió interés por los movimientos circulares y por los carritos. Dibuja círculos y emite la palabra «pelota…», «pelota…», siempre con la misma entonación. José acepta el juego y dibuja.

El efecto fue la adquisición de nuevos vocablos a través del alojamiento del interés por el movimiento circular circunscrito al papel y configurado en la elección de los «carritos» como objeto autístico. Una elasticidad en relación con el encuentro traumático que José tuvo con la palabra, acontecimiento de cuerpo que causó cierto apaciguamiento de la angustia y del deslizamiento metonímico.


Traducción: Laura Arias

  1. Ansermet, F., «Autismo e resposta do sujeito», A Clínica da Origem: a criança entre a medicina e a psicanálise, cap. 5, Contracapa, RJ, 2003, pp. 81 a 94.
  2. Lacan, J., «Lacan, J., «Conferencia en Ginebra sobre el síntoma», Intervenciones y textos 2, Manantial, Bs. As., 1988.
  3. Laurent, É., «O que nos ensinam os autistas», Autismo(s) e atualidade: Uma leitura lacaniana, org(s): Murta, Ahttp://www.enapol.com/es/Calmon, Ahttp://www.enapol.com/es/ Rosa, M., Scriptum Livros, BH, 2012, p. 28.
  4. Ibid., p.36.
  5. Ibid., p.37.