Margarida Elia Assad

EBP

¿Qué hay más allá del inconsciente? Esa pregunta, que Laurent extrae del seminario 24 de Lacan, me incita a estas puntuaciones de su texto.

  1. El síntoma histérico es hecho de sentido, habla y se dirige a alguien. El psicoanálisis de Freud y la primacía simbólica en Lacan se emparejaron con la histeria. Hay en la histérica una identificación al síntoma del otro por la vía del amor al padre. Para Laurent: «La identificación histérica, es identificarse con el síntoma del otro, por participación».(2)
  2. El falo, en «Die Bedeutung des Phallus«, apuntaba a la significación, no como signo sino como S2, pareja de S1. Era testimonio de la debilidad mental como efecto de saber. El falo, a partir del seminario 24, es retomado como testigo de lo real. Laurent distingue saber y conocer. «El saber puede ser ignorado [insu]; el conocimiento, no».(3) El falo es, entonces, testigo de aquello que hace parte de lo real del goce con lo cual el sujeto tendrá que saber hacer con eso.
  3. Dar consistencia imaginaria al cuerpo. El imaginario adquiere en la última enseñanza de Lacan una consistencia equivalente a la de lo simbólico. Esa consistencia es resultado del manejo posible con lo real del cuerpo que siempre se escapa: «tenemos un modelo, pero no sabemos qué es el cuerpo de lo real. Al respecto no hay más que hipótesis».(4) Laurent cita a Lacan: «Me di cuenta (dice Lacan en 1976) que consistir quería decir que era necesario hablar de cuerpo: hay un cuerpo imaginario, un cuerpo simbólico –es el lenguaje‒ y un cuerpo real, que no se sabe como aparece».(5)
  4. El inconsciente como nudo. Hasta el Seminario 23 el nudo es lo que sostenía el síntoma, así como el Nombre del Padre; a partir de la concepción de la histeria «sin su partenaire», también llamada por Lacan de «histeria rígida», el nudo pasa a ser utilizado para definir el inconsciente: «un inconsciente constituido desde el nudo entre lo imaginario, lo simbólico y lo real». Aquí hay una alusión a lo que Miller indicaba en su último curso cuando aisló la dimensión del Uno-solo ‒la iteración. Esa concepción traerá consecuencias para la solución analítica por la vía de la identificación al sinthoma. Cuando el falo no sirve solamente para las identificaciones, sino que implica la repetición de un goce siempre el mismo, el cuerpo requiere una nueva lectura que va más allá del cuerpo sintomático de la histérica. Se trata del parlétre, «cuerpo vivo», que no pasa por la identificación histérica.
  5. Para Laurent, eso implica que la histeria contemporánea, la histeria pos-psicoanálisis, sufrió las consecuencias de la primacía del lenguaje, fue «desmontada en sus artificios» por lo simbólico; la locura psicoanalítica, sugiere Lacan, ¿no la habrá sustituido? Y continúa: «El inconsciente se origina del hecho de que la histeria no sabe lo que dice al decir verdaderamente algo por las palabras que le faltan»

Con estas puntuaciones extraídas de la lectura del texto de Laurent para el VI ENAPOL pienso que llegamos a una cuestión de la mayor relevancia para el Psicoanálisis del siglo XXI. «Un psicoanálisis cuyo horizonte no es más histérico».(6) Un psicoanálisis que tendrá que lidiar con síntomas que no hablan con el saber del inconsciente, sino que hablan con el cuerpo. Tendremos que profundizar qué viene a ser el cuerpo vivo, el cuerpo tórico, que es una representación de lo vivo más allá del cuerpo sintomático de la histérica. Tendremos todavía que evaluar las resonancias provocadas por la primacía significante. Lacan será contundente en su última enseñanza cuando propone que el inconsciente, a pesar de un equívoco de sentido, todavía sea sostenido por la materialidad de las palabras.

La cuestión de la identificación, como problematizó Laurent en ese texto, será también un problema al que deberíamos dar prioridad en los trabajos. ¿Cuál es la identificación posible al final de un análisis, cuando se está en el horizonte del más allá del inconsciente? Incitar un poco más ese real que se materializa en cuerpos, parece ser uno de los desafíos que tendremos en el próximo encuentro; que la Buenos Aires lacaniana sea también el lugar de nuevas directrices éticas para el inconsciente real.


Traducción: Laura Arias

  1. Laurent, E., «Hablar con el propio síntoma, hablar con el propio cuerpo», publicado en la página del Encuentro: www.enapol.com.
  2. Ibíd.
  3. Ibíd.
  4. Ibíd.
  5. Lacan, J., El Seminario 1976-77, clase del 16 de noviembre de 1976, Ornicar?, n. 12, p. 7.
  6. Laurent, E., op.cit.