Alejandra Breglia

EOL (Bs. As.)

Desde la perspectiva de la última enseñanza y principalmente a partir de El Seminario El sinthome, Lacan plantea que el cuerpo funciona solo y en ese sentido nos es extraño, se plantea desunido de lo simbólico y de allí que no lo relaciona al sujeto dividido sino al parlêtre.

El parlêtre tiene un cuerpo, no es un cuerpo y está signado desde el origen por el mal encuentro con lalengua de donde nacen marcas sobre ese cuerpo. El sinthome es la respuesta a ese encuentro siempre traumático que está en juego en el acontecimiento de cuerpo.

Si acompañamos esta perspectiva, el cuerpo es lo que se despeja como consistencia primera, no el sujeto del significante. «El cuerpo es la única consistencia del parlêtre, es lo que lo mantiene unido» [1]. El sujeto entra en juego en calidad de variable del significante y la consistencia se basa en la relación del parlêtre con su cuerpo. Tan unido se mantiene a su cuerpo que con él habla.

Entre otras cuestiones es lo planteado por J.-A. Miller en el texto de «Conclusión del Pipol V» [2] que sirve de Argumento para nuestro próximo VI ENAPOL: «El goce es lo que de la libido es real. Es el producto de un encuentro azaroso del cuerpo y el significante. Ese encuentro mortifica el cuerpo pero también recorta una parcela de carne cuya palpitación anima todo el universo mental. […] Comprobamos que ese encuentro marca el cuerpo con una traza inolvidable. Es lo que llamamos acontecimiento de cuerpo. Este acontecimiento es un acontecimiento de goce que no vuelve nunca a cero. Para hacer con ese goce hace falta tiempo, tiempo de análisis. […] Ese cuerpo no habla sino que goza en silencio, ese silencio que Freud atribuía a las pulsiones; pero sin embargo es con ese cuerpo con el que se habla, a partir de ese goce fijado de una vez por todas. El hombre habla con su cuerpo. […] A ese ‘hablar con su cuerpo’ lo traiciona cada síntoma y cada acontecimiento de cuerpo. Ese hablar con su cuerpo está en el horizonte de toda interpretación».

¿Qué significa en nuestra práctica analítica actual que «ese hablar con su cuerpo está en el horizonte de toda interpretación»?

En un psicoanálisis se tratará de llegar a leer lo legible de este acontecimiento singular, de ese traumatismo siempre contingente, reconociendo que seguirá habiendo lo ilegible. Resolviendo por medio del sentido queda un resto, un real disyunto al saber. Al ras mismo de la experiencia analítica donde el real del que se trata es un real disyunto del saber, ir más allá del síntoma y del fantasma adquiere toda su amplitud ya que consiste en pensar el goce sin el S1 que lo vuelve legible.

En pocos días más el VI ENAPOL será la ocasión de poder extraer las consecuencias de esta perspectiva clínica.