Alejandro Daumas
EOL (Bs. As.)
Las notas tienen el fin de indicar un camino abierto, una marca, tal vez el porvenir de un ensayo o una investigación en ciernes, podríamos llamarla también un problema, «un llamado al Otro, pero que no opera mediante el testimonio, sino que procede, cada uno es convocado para rehacer por su cuenta un encadenamiento demostrativo y, llegado al caso, invalidarlo o proseguirlo en el lugar que ocupa la evidencia» [1].
La nota problema. La relación entre el cáncer y el acontecimiento del cuerpo.
«…una antigua enfermedad antaño clandestina y solo mencionada entre murmullos, que se ha metamorfoseado en una entidad letal y de formas cambiantes, imbuida de una potencia metafórica, medica, científica y política tan penetrante que a menudo se caracteriza al cáncer como la peste definitoria de nuestra generación» [2].
Así comienza Una biografía del cáncer, un libro de más de 700 páginas, instructivo e informado, que mereció un Premio Pulitzer, entrelazando en él éxitos y fracasos de la ciencia y cómo estos repercuten en cada época. Para el autor este «emperador de todos los males» será la nueva normalidad [3] ya que Mukherjee concluye tajantemente: «El cáncer, lo hemos descubierto, está cosido a nuestro genoma» [4].
El cáncer ya se caracteriza así, cosido. Miles de pruebas, ensayos, y tratamientos se enredan para mostrar que se está entre el destino o el fatalismo.
Hay ocasiones en que recibimos a sujetos en que este «emperador» se les ha presentado, u otras, en que en el transcurso de una cura la presencia de un diagnóstico de cáncer se torna oscuro y confuso, siendo el porqué y el «qué he hecho» su núcleo [5]. Testimoniando la manera en que en los sujetos impacta el embrollo de un «accidente del cuerpo» y el sentido del destino y la fatalidad.
Así, muchos quedaran presos de la significación única de estar «cosido al gen» como ley y como imperativo.
Por ello considero necesario investigar las relaciones entre «accidentes del cuerpo» y destino ya que con el cáncer se despierta una demanda de trabajo sobre esa articulación, buscando preservar en la lengua un rastro de su separación.
«Que defina lo singular, es lo que yo he llamado por su nombre: un destino. Es eso lo singular, vale la pena haberlo obtenido: por suerte, una suerte que de todos modos tiene sus reglas. Y hay un modo de ceñir lo singular por la vía justamente de ese particular, ese particular que hago equivaler a la palabra síntoma. El psicoanálisis es la búsqueda de esa suerte, que no es siempre forzosamente ni necesariamente una buena suerte, una dicha» [6].
Allí la traza de singularizar el destino, tejido con las reglas del azar, vehiculiza el síntoma. De manera tal que cada uno encontrara una salida al «accidente» en tanto entre azares y causas podrá bordear los «acontecimientos discursivos que dejaron huellas en el cuerpo, que lo perturban y produce síntomas en él, pero solo en la medida en que el sujeto en cuestión sea apto para leer y descifrar estas marcas» [7].
Tal vez esa sea la manera que pueda encontrar un sujeto para hacerle frente a un real al que someterá su cuerpo, tanto al dolor como a todas las prácticas (algunas necesarias y suficientes) y otras donde el discurso de la ciencia pretende reabsorber lo real sin síntoma.
Investigar las forma de enredarse y desenredarse con el destino, alrededor del trauma y la trama, sin la oscuridad del determinismo. Siendo la investigación y construcción del «acontecimiento del cuerpo» un concepto muy propio de psicoanálisis. Y es ENAPOL un lugar para demostrarlo.
- Miller, J.-A., Los signos del goce, Paidós, Bs. As., 1998.
- Mukherje, S., El emperador de todos los males. Una biografía del cáncer, Taurus, Madrid, 2011.
- Hunter, J., «Epidemiologia del cáncer» Ca. Journal, www.cancer.gov
- Caldas, H., «Atormentados por la prevención», www.enapol.com
- Considero que la nota de lectura propone interrogar solo un punto del problema ya que es necesario considerar tanto el caso por caso como la fórmula «tener un cuerpo» la cual nos orientara tanto en el diagnóstico como en los modos en que este accidente del cuerpo repercutió en el parlêtre y la relación que mantenía con ese cuerpo.
- Lacan, J., «El placer y la regla fundamental», Scilicet 6/7, Ed. du Seuil, Paris, 1975.
- Miller; J.-A., La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, Paidós, Bs. As., 2003.