Es detenerme a pensar en los cambios generacionales dentro de mi familia, es pensar cuántas cosas hoy son penadas, es pensar cómo un sujeto puede aceptar la sumisión sin saber de ella ni vivenciarla como tal. Es pensarme como testigo de la violencia y hoy trabajar con ella como problemática. Es pensar las transformaciones de los estereotipos de la familia como institución, y con la fotografía de prueba empírica, poder analizar la rigidez de épocas pasadas y la espontaneidad de la actualidad. Pensar los estereotipos de adultos, de padres, de abuelos, de niños. «Las faltas de respeto», los límites con sus formas, lo permitido y lo no permitido, lo dicho y lo no dicho. Lo no dicho, como tal se repite, «lo no sabido» como tal se repite. Leticia Acevedo en «Secretos de Familia», retoma los dichos de Agustina Cherri en una entrevista, dice: «Cuando comencé a preguntar sobre el embarazo de mi madre, comencé a ver distintas señales en mis padres que me confirmaban ¡lo que ya sabía!, la verdad siempre estuvo sobre la mesa, lo que pasa es que yo no estaba preparada para dar ese paso, ya sabía cuál iba a ser la respuesta»; ella confirma que es adoptada. ELLA SABÍA, DESDE ESE SABER NO SABIDO DEL INCONSCIENTE.
Los asuntos de familia atraviesan («nos habitan», como lo menciona Sinatra en las palabras de apertura del ENAPOL VIII) necesariamente a los analistas, tal como atraviesan a todos los parlêtres, porque no estamos fuera. Los asuntos de familia se inmiscuyen en la práctica.
Cada integrante de una familia tiene una lectura acerca de lo que ellos consideran asuntos de familia, quiénes son para ellos familia, qué es una familia. Las diferencias entre los miembros de una familia (por ser sujetos diferentes, con sus marcas) y las similitudes ¿están porque son familia?
Increíble leer, en unos de los artículos propuestos para adentrarnos en la temática que nos convoca, «Familias a pedido», cuánto para pensar alrededor de esta frase. Elegir un hijo, esto nos permiten hoy las ciencias.
¿Qué lugar para la familia en la época del Otro que no existe? ¿Qué familia para la época? Pensar en Asuntos de Familia también me convoca a pensar en la comunidad en la que vivo, ciudad pequeña de 50.000 habitantes, en la que circulan «son de buena familia», «ellos son los Coquis» (portando un apellido que los deja fuera de todo y condenados a todo), «nos conocemos todos», «conocemos todo de todos», etc. En este contexto, ¿qué familia? ¿Qué lugar a la familia? ¿El lugar depende de la posición geográfica en la que esté ubicada la casa familiar («Detrás» de la vía de tren las familias de bajos recursos y «delante» las clases medias y altas)?
Ciudad de 9 de Julio, Provincia de Bs As