En los años 70, Lacan se preguntaba sobre los efectos de la «dimensión pública del retiro del velo» en una época en que la permisividad sexual en las calles, lejos de realizar la promesa de eliminar los obstáculos de la sexualidad, que perdía su clandestinidad, por el contrario, afectaría incluso al apetito sexual.

Cuando «lo privado se vuelve público» –como escribe Gerardo Réquiz en este número-, lo público puede convertirse en un extraño familiar inquietante. ¿Cuáles son sus efectos en la subjetividad y en la familia? Ana Lúcia Lutterbach-Holck aborda el tema como un «Asunto contemporáneo», citando a Agambem, porque después de todo se precisa de coraje para echar luz sobre «lo oscuro de la época». La entrevista a Débora Fleischer, autora del libro Clínica de las transformaciones familiares, es iluminadora, como la entrevista a Gerardo Arenas que responde a cuestiones espinosas. El Nombre del Padre, como mercancía que se negocia en los Tribunales, es el tema que Fernanda Ottoni trae al debate, mientras que las teorías sexuales infantiles son revisadas en el análisis hecho por María Auxiliadora Rodríguez del film Cigüeñas. ¿Qué estará destinado a los hijos de la ciencia y de las nuevas ficciones jurídicas?

Maria Josefina Sota Fuentes
Responsable de EBP en VIII ENAPOL

Una exquisita película japonesa nos invita a desplazar nuestros «Asuntos de familia» hacia el oriente. Resuena con un dicho popular «De tal palo tal astilla». ¿Cuál es la naturaleza de esa relación entre el palo y la astilla? ¿Cuál es su estofa?

La primera escena muestra a un matrimonio y a su pequeño hijo de 6 años en una entrevista evaluatoria, inquietos, en tanto está por decidirse el ingreso del niño a una prestigiosa escuela. El autor resalta con su estética la «Imagen» de una familia impecable, copia de una fotografía que ellos mismos han enviado. Ante la pregunta del director sobre las cualidades y defectos del pequeño Keita, Ryota, como padre tradicional, toma la palabra reduciéndolo a lo mismo: «El niño heredó de su madre un carácter tranquilo y generoso. En detrimento de él mismo no le gusta perder». Me recuerda los dichos del psicoanalista German García: «Un padre conservador que no tenía nada que conservar».[1]

Por su parte, el niño lo sorprende deslizando fantasías/mentiras de actividades que realiza con su padre. Ambos progenitores sostienen ese secreto creando un clima intimista, que al mismo tiempo que trasmite otra existencia a esa familia, invita al público a acompañar esa trama.[2]

Inesperadamente, la confesión de otro secreto enredará a dos familias. Una enfermera intercambió al nacer al pequeño Keita con otro niño que nació ese mismo día. Su confesión se inscribe en un cambio subjetivo en relación a su deseo como madre, viejas envidias que ahora demandan castigo.

Pero es el cambio en la subjetividad del exitoso arquitecto Ryota el verdadero protagonista de esta historia. Una difícil encrucijada se le presenta: recuperar a su hijo biológico o seguir criando a Keita. Paso a paso la película irá revelando el origen de su división, los derroteros de su neurosis y la complementación de la ciencia, el derecho y el mercado. Dirá un compañero de trabajo: «¿Tu sangre?, esa es una idea antigua».

Por otro lado, la primera reacción del otro padre ante la propuesta de intercambio de niños será: «No se trata de mascotas»; «Yo tampoco intercambiaría mascotas», remata indignada la madre.

Puesta preciosa, sencilla y elegante de eso que hace familia para cada uno, mas allá de las estructuras elementales de parentesco nuevas o antiguas, sean de oriente u occidente. Sutilmente, interroga el embrollo que se arma en torno a un niño, la función y ficción que gira y, en este caso, hasta puede intercambiarse cual objeto. Es luego que la castración juega su partida, escribiendo algo de la relación madre-hijo que este padre sale de las vueltas de su anonimia.

NOTAS

  1. García, G. (2017), Somos memoria, Canal Encuentro. Extraído 15 de marzo de 2017 https://www.youtube.com/watch?v=lrS-yT0333Y&feature=youtu.be
  2. Miller, J.-A. (1993), Cosas de familia en el inconsciente, Mediodicho 32, Córdoba: EOL-Córdoba. «La familia está unida esencialmente por un secreto, está unida por un no dicho (…). Es un deseo no dicho, es siempre un secreto sobre el goce: de qué gozan el padre y la madre».

El niño hoy – Transformaciones – Goce singular