¡Hoy el asunto es secreto! Alejandro Reinoso destaca que un secreto de familia es lo que introduce una discontinuidad en el sentido familiar, «un sinsentido que remite a la no relación sexual». Por lo tanto,.
El sentido familiar es, para Lacan, el «sentimiento que tiene cada quien de formar parte de su mundo, es decir, de su pequeña familia y de todo lo que gira alrededor», como él afirma. Tal cita del Seminario Libro 20, Aún,es comentada en este número por tres colegas. Celeste Viñal destaca la función central de la familia para el neurótico que, al mismo tiempo que le otorga un pertenecer/ser, lo condena a girar en torno a esa ficción. Al mismo tiempo, es en la familia, sea cual fuere, en la que se da el encuentro del parlêtre con lalangue, observa Blanca Sánchez, afirmando que «no hay parlêtre sin familia»; lo que permite introducir el análisis son variaciones en esta ficción y, como apunta Silvia Bermúdez, la verdadera revolución es cuando conseguimos desprendernos de este sentido y dejamos de girar en falso. Silvia De Luca demuestra, a partir de la clínica, cómo un sujeto se las arregla con lo femenino en la época, en la que el sentido familiar no se fija más por la orientación al padre.
¿Qué es una familia? ¿Un padre, una madre, un hijo, un hermano? Estas posiciones, ¿continúan orientándose por el falo y la castración? Para revelar estos secretos Graciela Musachi, entrevistada por Ludmila Malischevski, nos invita a pensar si las operaciones que otrora nos orientaban en ese campo, ahora nos sirven.
En la presentación del libro Transformaciones. Ley, diversidad, sexuación, Alejandra Antuña y Graciela Schnitzer, entrevistadas por Paula Szabo y Liliana Zaremsky, nos cuentan la larga historia de esta publicación que se inició en 2001 con la creación del Departamento Enlaces y del módulo de trabajo «El sexo y sus representaciones», y ganó impulso en 2010 con la promulgación de la Ley de matrimonio igualitario y la Ley de identidad de género. La idea es pensar si una ley podría incidir u ordenar cuestiones relativas a la sexuación. «Transformaciones…» revela que en el fondo de los discursos sobre género hay un enorme rechazo del inconsciente, que sostiene la idea de que la elección del sexo es una opción que el sujeto hace libremente.
Finalmente, entre una revelación y otra, el secreto que recubre el enigma del goce femenino resiste e insiste en hacernos girar.
¡Buena lectura!
Cynthia Nunes de Freitas Farias (EBP)
Traducción: Cecilia Gasbarro
La familia: ¿revolución? ¿rutina?
«La revolución copernicana no es para nada una revolución. Si, en un discurso que no es más que analógico, se supone que el centro de una esfera constituye el punto dominante, el hecho de cambiar ese punto dominante, de hacer que lo ocupe la tierra o el sol, no tiene en sí nada que subvierta lo que el significante «centro» conserva de suyo. El hombre -lo que se designa con este término, que no es más que lo que hace significar- lejos de conmoverse con el descubrimiento de que la tierra no está en el centro, la sustituyó muy bien por el sol.
Ahora, desde luego, es evidente que tampoco el sol es un centro, y que se pasea por un espacio cuyo estatuto es cada vez más precario establecer. Lo que permanece en el centro es esa vieja rutina según la cual el significado conserva siempre, a fin de cuentas, el mismo sentido. Este sentido se lo da el sentimiento que tiene cada quien de formar parte de su mundo, es decir, de su pequeña familia y de todo lo que gira alrededor».
Lacan, J. (1972-73) El Seminario, libro 20. Aun. Capítulo IV. El amor y el significante. Parágrafo 2. Buenos Aires: Paidós. 1998, p. 55.