¿MALEDUCADOS?

1 de junio de 2017

Cuatros equipos de investigación, sus responsables y presentadores:

  • Chicos malos, niños solos (Roberto Bertholet – Ángeles Córdoba)
  • Las Familias y las instituciones educativas (Diego Villaverde – Ana Simonetti Sbarra)
  • Madres solas con hijos sin padres (Marta Goldenberg – Camila González)
  • La construcción de la adolescencia y las Tribus urbanas (Diana Campolongo-Ludmila Malischevski

Comentadores: Adela Fryd y Luis Tudanca. Coordina: Alejandra Glaze

De los cuatros equipos se desprende un eje: educados / maleducados y un hilo que los enhebra: lo ineducable del goce.

Malo y solo, maldad y soledad como «elecciones de goce» mantenidas a lo largo de un tiempo, repeticiones de modos de satisfacción pulsional que se prestan con dificultad a la dialéctica simbólica. El goce es lo invariante, corresponde al traumatismo de lalengua sobre el cuerpo, la moral varía con la época.

En esta época de multiplicación de objetos de mercado, rechazo de la castración, tratamiento real de las imágenes, de caída de la dimensión metaforizante y empuje a la literalidad proliferan los fenómenos de goce no dialectizables y la moral se asienta en el tratamiento real de los cuerpos. Eso es lo que como sociedad nos retorna en los chicos productos y objetos de esta moral. Gran parte de las manifestaciones de los «chicos malos, niños solos» no llegan a generar «enredos en la práctica», no llegan a los consultorios, sino que son usados por los sectores más canallas de la sociedad en beneficio propio. Sería una aproximación a pensar la categoría de chicos a diferencia de niños.

La tribu como ficción permite enmarcar y alojar el real que irrumpe en la pubertad. En esta perspectiva, en el texto «En dirección a la adolescencia», Miller subraya «la originalidad de Lacan» al haber articulado la pareja: «semblante y real». Las tribus urbanas comportan construcciones simbólico-imaginarias, semblantes, artificios que, en algunos casos, orientan al adolescente y le permiten cierta localización del goce. Asimismo, en algunas psicosis, pueden funcionar al modo de «discursos establecidos» que indican qué hacer con el cuerpo, cómo vestirlo, usarlo y cómo relacionarse con otros.

Si la infancia de nuestra época es más solitaria, «el individualismo de masa, las pantallas que miran a la infancia, la dependencia a las ofertas del mercado hacen del niño actual un objeto de goce».

Para madres solas con hijos sin padres, como primera cuestión agujerear los prejuicios de las instituciones. En las consultas se escuchan los modos de satisfacción que la «ausencia» de los padres inscribe y la dificultad de inscripción de esta función. Se presentan en distintas modalidades de síntomas, y esa tensión entre no toda madre / no toda mujer, que el analista localiza.

Una traza a extraer -entre otras- formulada por Adela Fryd es que si el odio toca algo de lo indecible del ser, lo que estaría abierto a nuestras intervenciones será tocar algo de lo indecible en ese «chico malo».

Tomando algunas de las trazas, entre otras, Luis Tudanca nos transmite que no hay modo de estar ajustados a las normas dado que para el psicoanálisis se trata de desajustes

Maleducados desde el discurso amo, sustituye al Malentendido, entonces, «Todos irregulares». Lo impropio de cada quien sería lo único común. Lo impropio volcado a la comunidad como tratamiento de lo real

En cualquier otro lugar que no sea el discurso/ dispositivo analítico «le dirán maleducados». Otro lugar por fuera del discurso analítico apunta a los ideales. Siempre con el derecho al secreto como garante.

Adela Fryd propone que mediante dispositivos «diferentes» a los propuestos por las instituciones niños-chicos-adolescentes se propiciaría un espacio para que puedan tomar su palabra, no sacrificarse más al Otro. Las intervenciones del psicoanalista tendrán efectos si tocan en estos sujetos lo indecible del odio. Eso también dependerá del lugar que estos ocupen, si el lugar es de objeto habrá preponderancia de lo real. Si el acto no es interpretado habrá repetición.

Si el padre ya no impacta… siempre habrá alguno que sí. Bajo transferencia el analista puede impactar.

Silvia Bermúdez
Comisión Contenidos