Alejandra Glaze

El próximo ENAPOL es una excelente oportunidad para trabajar sobre los modos en que los sujetos se enredan y desenredan en los asuntos de familia en el siglo XXI.

Entre la causalidad del significante y el encuentro con lo real, enredados en la identificación imaginaria y su falla, donde surge esa irrupción de goce que erige el destino de un sujeto.

Cómo cada uno asume la manera en que es nombrado por el otro, quedando ese resto innombrable, producto de lo que llamaría la operación de lo familiar en uno mismo.

Esa operación de reducción del pasaje de lo familiar a lo más extraño en términos de lo singular, lo vemos en los testimonios del pase: La niña modelo, la niña del secreto, la negra, son nombres que, en este sentido, los AE nos han transmitido de sus casos.

Evocando las palabras de Ernesto Sinatra, Presidente del ENAPOL, se trata de los modos en que para cada uno «la familia constituye el sitio inaugural donde se aloja un personaje decisivo: el otro primordial, el otro materno, […] donde se inscriben las alianzas de sangre entre prójimos y semejantes». Es el lugar, desde donde se constituye el lazo.

Para el ser hablante, nada es más fácil que reproducir su semejante o su tipo. La figura es marca, lo que conduce al punto de primado del Otro, al amor, y a los asuntos de familia, donde queda esa marca de la «conmemoración de irrupción de goce».

Hoy la apuesta tiene más que ver con los cuerpos y su goce, que con la ideología o con la encarnación de un significante amo, con su consecuencia: el colapso del régimen del Otro. Ya no se trata de lo que el objeto te hará ser, sino del establecimiento de los particularismos de goce. El cuerpo «ya no obedece» a las premisas identificatorias, liberado a su propio goce solitario, donde queda al descubierto la inexistencia de la relación sexual.

Hoy se producen nuevas identidades en la búsqueda de desembarazarse de la palabra del padre, de aquello que viene del Otro.

Una orientación precisa para, en los enredos de la práctica del siglo XXI, abordar los asuntos de familia. Época de incitación permanente a la creatividad personal, a la excentricidad y a la búsqueda de diferencias, que no deja de producir copias descartables de lo mismo. Fracasado intento por evitar los enredos de los asuntos de familia. Ayer, al ver a la familia del ENAPOL, que muestra algo de esta excentricidad, muchos intentaban encontrar a quienes representaban, buscando volver a incluirlos en una serie que resulte, familiar. Debo decir que muchos nombres de colegas circularon intentado nombrar al padre de la familia!!!

Pero querría agregar que uno de los motivos para que los asuntos de familia hoy convoquen nuestro interés, es el avance de la neurociencia. ¿Cómo respondemos frente a este nuevo dispositivo de emplazamiento de los sujetos?:

Dispositivo más extremo,

una cuantificación de marcadores biológicos y genéticos,

y que no requiere recurrir a la palabra del paciente?

Justamente, esa palabra que siempre es equívoca, enredada en una historia, y producto de una novela. Laberintos en los que se podría ir construyendo un nuevo modo de ser en el mundo desde un análisis, no sin esos restos que constituyen aquello que más lo define.

El subtítulo de nuestro ENAPOL, Sus enredos en la práctica, habla de esto.

De la práctica del psicoanálisis que conviene al siglo XXI.

Para concluir… resta mucho trabajo de aquí al 14 y 15 de septiembre del año próximo, para el que esperamos contar con todos ustedes, con el objetivo de hacer del ENAPOL un acontecimiento que de cuenta de lo que el psicoanálisis tiene para decir en esta época.

Enredos de familia… sus asuntos en la práctica… Y no es un equívoco, es claro para mí que el próximo ENAPOL nos convoca bajo el título: «ASUNTOS DE FAMILIA: sus enredos en la práctica».

Sin embargo, siguiendo sus etimologías, se pueden enlazar los términos. Por un lado asuntos: argumento / relación amorosa más o menos secreta / suceso escandaloso. Por otro enredos: maraña / mentira que ocasiona disturbios / sucesos enlazados que forman un nudo central / amoríos.

Ambos remiten a tramas algo engañosas que, de alguna manera, tocan el amor. Y podemos pensar que tanto en las familias como en la práctica encontramos los nudos del amor, del odio y de los secretos, con los que cada sujeto se construye su novela.

Podemos decir incluso que el blasón de una ilustre familia se sitúa en uno de los últimos e importantes giros de la obra de Lacan:

Vale la pena evocar la manera en la que ha sido elucubrado el nudo de los Borromeos, o sea la idea misma de la estructura. Eso quería decir en esa época que si una familia se retiraba de un grupo de tres, las otras dos se encontraban al mismo tiempo libres por no entenderse más. La sórdida fuente de esta historia de Borromeo valía ser recordada.[1] […] Evidentemente me enredo con asuntos de cadena borromea.[2]

Hoy la familia tal como era definida se ha modificado y se escucha decir rápidamente que se ha roto su orden natural, como si la familia fuese natural en relación a la reproducción.[3]

La familia es un mito que se funda en el desencuentro, en el malentendido y en la decepción. Mito a partir del cual cada uno inventa un modo de habitar el mundo. La dirección de la práctica apuntará a atravesarlo, ya que cuando recibimos a un sujeto en un análisis no lo recibimos en tanto es elemento de una familia, dice Bassols,[4] sino que escuchamos los significantes privilegiados que provienen de su historia familiar. De este modo, «un análisis es una «desfamiliarización» de lo más familiar», atravesar lo que nos ha constituido y eso es encontrar lo que no se justifica por el mito.[5]

Dando alguna pincelada por uno de los ejes que ya se han propuesto para trabajar en dirección al próximo ENAPOL, las nuevas identidades de género, el modo de armar familias hoy, traerán consecuencias sobre las que habrá que trabajar eliminando los prejuicios de la norma. Una de ellas ya la podemos encontrar en el empuje a las nominaciones que en el intento de fundar una excepción, se inscriben en colectivos que los apartan de ella.

Tal vez la ilustre familia de los Borromeos, de acuerdo al uso que Lacan hizo de su blasón, pueda dar algo de luz para pensar las «nuevas» presentaciones familiares más allá de las fórmulas de la sexuación, ya que, siguiendo a Miller, con las fórmulas Lacan intentó captar el sin salida de la sexuación en una trama lógico-matemática. Pero eso no puede hacerse sin encarcelar el goce en la función fálica que implica el binario hombre y mujer, «como si los seres vivientes pudieran estar tan nítidamente repartidos». Lacan mismo dice «que no hay nada más impreciso que la pertenencia a uno de los dos lados».[6]

Se trata hoy de otra lógica que en lo social produce efectos de multiplicación y una clínica identitaria a diferencia de la clínica de los goces. Lacan anticipaba que la disolución de las identificaciones se cristalizan en una identidad,[7] que promueve la creencia de que hay un modo de escribir la no relación sexual y obtener como ideal un sujeto desidentificado: cada vez más identidades eliminando las singularidades del goce.

Comienzan a llegar a los consultorios los sujetos que participan de las denominadas «nuevas familias». Habrá que sacar las consecuencias subjetivas. Nuestro próximo ENAPOL, será un buen espacio para discutirlas, teniendo en cuenta también que es una creencia suponer que identificarse a un significante amo implica la pacificación en la relación del sujeto con el goce. El goce no se reabsorbe sólo con la práctica sexual, el síntoma lo verifica.

BIBLIOGRAFÍA

  • Bassols, M., (1993) «La familia del Otro», en: Mediodicho, Maldita familia, Revista de Psicoanálisis N° 32, Publicación de la Escuela de la Orientación Lacaniana, Sección Córdoba, 2007.
  • Lacan, J., (1976-1977) «El seminario 24. L’insu que sait de l’une-bevue s’aile à mourre«, inédito.
  • Lacan, J., (1973-1974) «El seminario 21. Les non dupes errent«, inédito.
  • Miller, J.-A., (2012) Conferencia de presentación del tema para el IX° Congreso de la AMP 2014. Véase: http://www.congresamp2014.com/es/template.php?file=Textos/Presentation-du-theme_Jacques-Alain-Miller.html
  • Miller, J.-A., (1993) «Cosas de familia en el inconsciente», en: Mediodicho, Maldita familia, Revista de Psicoanálisis N° 32, Publicación de la Escuela de la Orientación Lacaniana, Sección Córdoba, 2007.

NOTAS

  1. Lacan, J., (1976-1977) «L’insu que sait de l’une-bevue s’aile à mourre«, clase del 8-3-77.
  2. Ibídem, clase del 12-2-77.
  3. Miller, J.-A., (1993) «Cosas de familia en el inconsciente».
  4. Bassols, M., (1993) «La familia del Otro».
  5. Ibídem.
  6. Lacan, J., (1973-1974) «Les non dupes errent«, clase del 15-1-74.
  7. Lacan, J., (1976-1977) «L’insu…«, op. cit., clase del 16-11-76.