De la ficción del padre al inconsciente real

5 de julio de 2017

María Adela Pérez Duhalde titula su trabajo «La criba y los detritus». Comienza destacando la función de residuo que mantiene a la familia; cómo los lazos de parentesco están hechos desde el malentendido y así plantea que los síntomas familiares pueden conducir al análisis cuando lo éxtimo del goce irrumpe. Destaca de la «Conferencia en Ginebra sobre el síntoma» que si Lacan refiere el hecho de que los niños puedan decir «no» sin lograr construir frases enteras, es porque hay una criba que se atraviesa y deja como resto, detritus. La figura de la criba orienta por la vía de lo que se atrapa y por la vía del agujero. La lengua se cuela por la criba. El inconsciente arma trama del destino. Para finalizar toma algunos rasgos del testimonio de Ana Aromi para ejemplificar. Cuando la ficción se conmueve quedan detritus…

En su texto «De las ficciones a lalengua de familia» Marcos Fina plantea que las ficciones familiares son la respuesta fantasmática y sintomática de la inadecuación del goce a la palabra. Aclara que estas ficciones no dejan por fuera el malentendido, que constituye la falla estructural del lenguaje en el intento de representar lo real. Explica que el mito del Edipo justifica que se goza mal porque el goce le ha sido prohibido y concluye diciendo que el sujeto nace en lalengua de la familia, cuyo secreto es un goce imposible que aparece como prohibido. Y allí donde no hay palabras que representen lo real, el sujeto se arma su destino de pérdida de goce que, a su vez, implica la repetición de goce del síntoma.

Gustavo Stiglitz, invitado como comentador, sitúa sus resonancias: primero se refiere a la familia como «el operador que junta piezas sueltas» y que participa en la juntura más íntima del sentimiento de la vida de un sujeto. Considera que es una ficción necesaria para recubrir un real fuera de sentido. También plantea que «familia y transferencia» tienen estructuras equivalentes y que la familia es necesaria para la transferencia, ya que se trata de un operador que articula el goce y el significante. Es decir que la familia realiza un tratamiento del real a partir de las ficciones. Finaliza su comentario diciendo que la familia enferma al parlêtre porque instila lalengua en el cuerpo hablante y la ficción familiar es el tratamiento de eso, tratamiento que también enferma. Por lo tanto, hay que curarse también de los efectos de las ficciones. Concluye con una pregunta: ¿qué lugar tendrán las ficciones si la ciencia va al lugar de la familia?

Ivana Bristiel en «Te doy mi intimidad» se pregunta ¿cuál es el estatuto de la intimidad hoy?; y responde que hoy día asistimos a una nueva transformación de la intimidad. En este sentido, explica que «el término extimidad se construye sobre el término intimidad. No es su contrario, porque lo éxtimo es precisamente lo íntimo, incluso lo más íntimo […]. Esta palabra indica que sin embargo, que lo más íntimo está en el exterior, que es como un cuerpo extraño».[1] Agrega que hoy en día asistimos a algo más que a una fractura de la intimidad, más bien a su anulación. Finaliza su recorrido haciendo una lectura del film Perfectos desconocidos y propone una orientación: «frente a la inexistencia del Otro la apuesta debe ser por el lazo, para ello el análisis debe obrar como el lugar íntimo, oculto, de un encuentro con el propio goce pero vía la transferencia».

«Las estelas de las letras» es el nombre del texto de Fedra Cavanna donde plantea dos preguntas fundamentales: ¿qué lazo de familia puede haber por fuera de la significación? Y, ¿cómo pensar un amor en la familia por fuera de las identificaciones, los lazos libidinales y los ideales, por fuera del narcisismo? Y, por último, se pregunta ¿qué tiene como inconsciente la familia? Finalmente, toma a la película Mr. Nobody y destaca allí como el límite de la muerte y la no relación orientan a una nada.

Mauricio Tarrab, el otro invitado a hacer comentarios, advierte sobre la tendencia a apurarnos un poco en la marcha de la civilización y a dar por concluidos procesos que se están en curso de transformación. Dice que las ficciones familiares se resisten a ser dadas por muertas y por eso rescata el concepto de transformación de la extimidad. Recuerda que una vez le han preguntado a Mao Tsé, ¿qué pensaba sobre las consecuencias de la revolución francesa? Y éste respondió que había que esperar un poco…

Plantea que el título de la noche da cuenta de la dirección de un psicoanálisis desde la última enseñanza de Lacan y los testimonios de pase muestran lo que se espera que podamos hacer. Se espera que las ficciones se atraviesen junto con la caída de las identificaciones, pero señala que las identificaciones son necesarias; si uno no esta identificado, está para encerrar. Finalmente, cita a Freud: «el psicoanálisis suministra el hilo que conduce a la persona fuera del laberinto de su propio inconsciente».

Natalí Boghossian y Ludmila Malischevski

Comisión Contenidos

NOTAS

  1. Miller, J.-A., Extimidad. Buenos Aires: Paidós. 2010, p. 14.