CITAS
La función de residuo que sostiene (y al mismo mantiene) la familia conyugal en la evolución de las sociedades pone relieve lo irreductible de una transmisión que es de un orden diferente de la vida según las satisfacciones de las necesidades, pero que conlleva una constitución subjetiva, lo que implica la relación con un deseo que no sea anónimo
Se trata entonces, (…) de pasar de una clínica del síntoma, como articulación significante del secreto familiar, hacia una clínica del sinthome como forma singular de goce en el ser hablante. Cada uno es en realidad fruto del malentendido del goce familiar, malentendido del que Lacan se declaraba traumatizado por el hecho de ser hablado por él antes de llegar a hablar de él
La idea “no tocar la vida” me parece una ilusión. Retiro la palabra “ignorancia”, retiro la palabra “hipocresía”, aprendo a hablar, digo que son ilusiones y que, en los hechos, si miramos como proceden las personas sensatas, las que no hablan el lacaniano sino el buen francés, digo que cuando se trata de hacer un niño, hacen cálculos de ama de casa, lo cual es legítimo. Esto no tiene nada de escandaloso y es ya el desarrollo de la mercantilización, que está desde el comienzo de la historia de la humanidad
Cuando decimos “las patologías de las identificaciones de los lazos familiares y sociales” tenemos que advertir que cada uno de ellos -el lazo social, el lazo familiar y las identificaciones- son en sí patologías. (…) A partir del siglo XXI, la familia restringida a la pareja acompaña el proceso de reducción familiar. El amor, por un lado, y la movilización general del trabajo producen los mismos efectos: una reducción de los lazos sociales a este síntoma particular que es la pareja, dentro de la familia. Esta solución permite articular el síntoma de la relación sexual con los lazos sociales
Cada forma familiar, sea cual sea, intenta decir al sujeto como habría que relacionarse con el goce sexual, como hacer con el goce del otro sexo, del sexo como Otro, pero cuanto más la familia lo intenta, con todas sus transformaciones (que hoy experimentamos de manera creciente), cuanto más lo intenta, más aparece en su seno este Uno que funciona solo en su goce, sin el Otro, este uno de lo unheimlich, demoníaco, bárbaro, que atraviesa formas y culturas… como el Uno del goce habita en las distintas formas familiares de nuestro tiempo
Sea cual sea el sexo biológico, su significación debe ser simbolizada, también el parentesco biológico, aun cuando ese parentesco pase por la ciencia. Así como hablamos de sexuación, o sexualización, debemos hablar de parentalización. Hay una elección de los padres como hay elección del sexo. Lo que cuenta la novela familiar, la novela de los padres y de los niños, es cómo el sujeto fue separado del objeto primordial (…)
El padre contemporáneo es un residuo, un nombre, pero queda inconmensurable a las normas. Entonces persiste un juego de pasión y la pacificación de la paternidad quedará tan utópica como el final de la historia. Nuestro tiempo es también el del descifrado de estos nuevos amores por el padre, ya sea que se descubran por aproximaciones políticas o sociológicas, o también que nosotros las saquemos a la luz con nuestra encuesta clínica
La familia entonces, transmite el malentendido. Esa transmisión y el tratamiento que puede hacerse en la familia del malentendido no es sin poner en juego la relación que aquellos que encarnaban la función paterna y materna tenían respecto de la castración y la sexualidad femenina, respecto del malentendido estructural. De qué modo se las han arreglado con la ausencia de la relación sexual, con la disparidad de los goces, con la castración, porque investigar sobre la familia para verificar qué en ella muerde lo real, nos conduce irremediablemente a la sexualidad femenina
Si admitimos que el pase suscita la formulación de un problema, y si comparamos los pases (…), constatamos que ese problema es de buen grado formulado en los términos de los complejos familiares. Se descubre que el fundamento que se nos presenta es bastante regularmente la relación de los padres, esa relación que casi siempre puede ser escrita, y que Lacan escribió bajo la forma típica de la metáfora paterna. El pase suscita una formulación del problema del deseo en los términos de los complejos familiares
…el nombre Avraham incidió en la tensión entre el Deseo de la Madre y el Nombre del Padre. A pesar de la divergencia materna, este nombre se impone asegurando la inscripción en una tradición. Sin embargo, es preciso reconocer que hay algo que la tradición no recubre enteramente (…). El tratamiento del síntoma por el análisis me permite concluir que la operación metafórica no es suficiente para el abordaje de lo real del Deseo de la Madre. Se trata de un real que se presenta, en términos de mis impasses con la nominación, bajo la forma de lo que no se escribe…