CITAS

Si el psicoanálisis se opone por principio a todo tipo de violencia es en la misma medida en que manifiesta el respeto más radical por la palabra del otro. La violencia como forma coercitiva de ejercicio de un poder será siempre un signo de la impotencia para sostener una palabra verdadera. En el caso de la violencia ejercida contra las mujeres —ya sea por los hombres, por las instituciones, por los Estados o por otras mujeres—, esta impotencia es correlativa de la imposibilidad de escuchar la palabra del sujeto femenino, pero también de escuchar lo femenino que hay en cada sujeto

Primero. Un saludo a Freud. En Freud, la familia no solamente tiene estructura de mito, sino que también está fundada en dos crímenes: el asesinato al padre, el parricidio- que no es poco- y el incesto- tampoco es poco. Dos asuntos que vienen a la mente hoy en día como asuntos de violencia máxima. ¿Por qué digo máxima? Porque es una violencia todavía orientada por la ley. Hablar de crimen es interpretar el acto de violencia, es ubicarlo dentro de la ley de lo simbólico, con lo cual el sujeto se encuentra por primera vez en la familia

Marie-Hélène Brousse, Violencia en las familias. Pegar y ser pegado. En Bitácora Lacaniana Número extraordinario. Buenos Aires. Grama Ediciones. 2017. P.22

Odioamoramiento, momento de intensa pasión del a, fluctuación del amor al odio íntimamente ligada al cuerpo, anudada a la sexualidad y a la palabra que intentará limitarla. Sin embargo ante el fracaso de la misma, lo pulsional mortífero en acto. Lo que entre violencia y pasión se articula en el momento de la fluctuación del amor al odio, tiene que ver justamente con lo que la palabra no llega a limitar, el empuje vital que se impone y que no puede ser acotado, tramitado mediante la palabra y por tanto irrumpe violento. Un goce donde hay algo exterior a la palabra, se articula lo pulsional de la violencia con el Otro goce propio de la pasión del a, Otro goce en el que hay algo exterior a la palabra, algo que el lenguaje no logra aprehender

(…) Si la violencia se distingue en su esencia de la palabra, se puede plantear la cuestión de saber en qué medida la violencia propiamente dicha- para distinguirla del uso que hacemos del término agresividad- puede ser reprimida, pues como principio que en principio sólo se podría reprimir lo que demuestra haber accedido a la estructura de la palabra, es decir, a una articulación significante (…)

Jacques Lacan, Seminario V: Las formaciones del inconsciente. Buenos Aires. Paidós. 1999. P. 468

La violencia es la satisfacción de la pulsión de muerte. Remarquemos en efecto que el adversario de Eros, en el mito al que Freud se refiere, el adversario del amor no es el odio, es la muerte, Tánatos. Hay que diferenciar la violencia y el odio. El odio está del mismo lado que el amor. El odio como el amor están del costado de Eros. Es la razón por la cual Lacan justifica hablar de odionamoración, vocablo afortunado. El amor como el odio son modos de expresión afectiva de Eros

El femicidio, esta nueva epidemia de violencia llamada de género, muestra sin velo, el rechazo a la alteridad del goce, que el goce femenino hace presente entre los sexos. En tanto la función de la pantalla del fantasma se presenta cada día más precaria, «el sujeto está más cerca del pasaje al acto». El goce hétero imposible de «reciclar», desencadena la furia en algunos individuos que apuntan el puñal al corazón de la alteridad en juego

El estrago es exactamente la otra cara del amor. De la misma manera que el amor es la anulación de todo tener, y que es la búsqueda del ser proseguida con la anulación de todo bien, de todo tener, el estrago en este sentido, es solamente la faz de goce del amor. Esto quiere decir: dar todo, es aquí donde está lo infinito

Jacques-Alain Miller, El partenaire-síntoma. Buenos Aires. Paidós. 2008. P. 276

Pienso que esta violencia puede ser concebida como si fuera un intento de hacer prevalecer la posición viril por la vía perversade la agresión, por la imposición de la fuerza física, a través del pasaje al acto, ya que los hombres de hoy no cuentan con un soporte simbólico consistente que les garantice una identificación simbólica fálica. No obstante, considero que tenemos que considerar algunos otros factores…

A.A.V.V. , Nuevos hombres, nuevas mujeres, nuevas pasiones. En Contingencia. Los acontecimientos de nuestro tiempo. Córdoba. Depto. de Psicoanálisis y Política – CIEC. 2012. P.20

A maneira pela qual se inscreve o crime de gênero, o estupro, comprova que não podemos aceitar uma perspectiva somente biológica ou vinculada aotratamento biológico pela civilização. Existemexperiências novas do que é o insuportável das manifestações da pulsão de morte

Éric Laurent, Psicanálise e violência: sobre as manifestações da pulsão de morte. En Aviolencia: síntoma social da época. La violencia síntoma social de la época. Belo Horizonte Escola Brasileira de Psicanálise – Scriptum. 2013. P. 40

…un hombre que era un perverso sin duda y que, de pronto trae esto que le ocurre: arranques de furia que lo llevan a golpear a su novia de una manera brutal. Se trata de algo imprevisto, que asusta al propio sujeto, que surge como una perversión transitoria […] Y destaco que es algo que ocurre bajo transferencia porque hay que considerar que todo lo que le ocurre a una persona bajo transferencia debe ser puesto bajo la cuenta del análisis, y debe considerarse, en mayor o menor medida, acting out o pasaje al acto

A.A.V.V., Nuevos hombres, nuevas mujeres, nuevas pasiones. En Contingencia. Los acontecimientos de nuestro tiempo. Córdoba. Depto. de Psicoanálisis y Política – CIEC. 2012. P.35

BIBLIOGRAFÍA

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