CITAS
Las pulsiones sociales pertenecen a una clase de mociones pulsionales que todavía no hace falta llamar «sublimadas», aunque se aproximan a estas. No han resignado sus metas directamente sexuales, pero resistencias internas les coartan su logro; se conforman con ciertas aproximaciones a la satisfacción, y justamente por ello establecen lazos particularmente fijos y duraderos entre los seres humanos. A esta clase pertenecen, sobre todo, los vínculos de ternura —plenamente sexuales en su origen— entre padres e hijos, los sentimientos de la amistad y los lazos afectivos en el matrimonio —que proceden de una inclinación sexual—.
Por una parte, el amor se contrapone a los intereses de la cultura; por la otra, la cultura amenaza al amor con sensibles limitaciones.
… lo que (Freud) se plantea como primario es precisamente la identificación con el padre. Sin lugar a dudas es muy extraño. Freud observa ahí que, de forma totalmente primordial, el padre se muestra como el que preside la primera identificación, precisamente por el hecho de ser, con predilección, merecedor del amor.
El amor es dos medio – decires mi – dires que no se recubren. Y esto constituye su carácter fatal. Es la división irremediable. Quiero decir que no se la puede remediar, lo que implica que el “mediar” [medier] sería ya posible. Y justamente, no solo es irremediable sino que además carece de mediación alguna.
Como ustedes saben, lo que a partir de ese momento se vuelve problemático es el goce del Otro, la conexión del goce con ese Otro que no existe y que hay que inventar en el lazo social.
Al no existir el Otro, se descansa en el partenaire que sí existe, en todo caso que se hace existir de todas las maneras posibles.
La actualidad es un sueño que producimos todos juntos; y que ‘el inconsciente es la política’ como decía Lacan- significa eso… ( ).. es la traducción simplificada de lo que Lacan decía cuando formulaba que el discurso del amo es el discurso del inconsciente… ( ) ..El inconveniente no es lo propio de cada quien. Es un discurso que funda una o varias comunidades, un discurso cuyo principio es la identificación.
El control es también el control del lazo que el sujeto que analiza mantiene con el psicoanálisis (…) del lazo del analista con el psicoanálisis como partenaire. Allí, el control es otra cosa. La cuestión es saber si el psicoanalista respeta el psicoanálisis. ¿Qué ideas se hace de él, qué consecuencias extrae de él?
El recorrido de un análisis nos enseña que para enlazar un real será necesario pasar por diferentes des-enlaces. Habrá que pasar por toda nuestra lengua propia atravesando identificaciones, desmontando circuitos, deshaciendo sentidos… en definitiva, aflojando los lazos fijos para dar lugar, si es posible, a un lazo nuevo, inédito. ¿Con qué? Con ese uno mismo que es cada uno y que después de un análisis adquiere otro valor.
El pudor tiene en cuenta al otro, al semejante, es más, es tener en cuenta al otro. El pudor es lazo pero sus formas de presentación nunca son demasiado presuntuosas. Siempre se trata de un detalle, de un silencio, de una decisión que evade tanto el apresuramiento como la postergación.