CITAS
Un año más tarde, viéndola entre mis padres, con goce celoso (jalouissance) le aplasto la misma mano, apoyada en el respaldo del asiento. Su llanto desencadena un gesto inesperado del padre, que me para en seco ¡desconcierto total! ¡no lo vi venir!. De pronto, siento el rechazo del padre que era todo amor. Enojo y vergüenza. La pregunta insidiosa comienza a esbozarse: “Pero ¿quién te crees que sos?”. Esto impacta en el cuerpo y dibuja los primeros signos ínfimos del programa de goce.
La entrada en mi tercer análisis se hizo en el contexto bien particular del encuentro con una mujer que iba a cambiar el curso de mi vida. Al menos, era mi motivo consciente, dado que mi primera frase en el diván fue: “¡Estoy invadido por niños muertos!”.
En mi caso, en el final de la operación de reducción del objeto mirada lo que se produce es un decir particular, un decir que emana de la pulsión – coupe de foudre. Este surge, como un witz, en respuesta al inconsciente que propone, en el sueño, el sacrificio de todos los niños, muertos a tiros de fusil – coups de fusil. El coup de foudre sustituye al coup de fusil, el amor sustituye a la muerte, a la matanza de los niños