CITAS
Lo que suple a la relación sexual en cuanto inexistente hay que articularlo justamente según el para-ser. Es evidente que en todo lo que se aproxima a esta relación, el lenguaje sólo se manifiesta por su insuficiencia. Lo que suple la relación sexual es precisamente el amor
El desplazamiento de la negación, del cesa de no escribirse al no cesa de escribirse, de contingencia a necesidad, éste es el punto de suspensión del que se ata todo amor. Todo amor, por no subsistir sino con el cesa de no escribirse, tiende a desplazar la negación al no cesa de escribirse, no cesa, no cesará. Tal el sustituto que –por vía de la existencia del inconsciente, y no de la relación sexual, que son distintas- hace el destino y también el drama del amor
De una manera abusiva escribo “la relación sexual”, puesto que la relación sexual no se escribe y podemos decir que el estatuto eminente del amor en lo real es suplir la relación sexual que no existe
Por esta razón, llamamos real a aquello con lo que el aparato toma, sitúa lo real del objeto a mediante sus semblantes, es decir, el síntoma. En su forma desarrollada, el síntoma es nuestro recurso para saber qué hacer con el Otro sexo, porque carecemos de una fórmula de la relación entre los seres sexuados. Existe la fórmula que he expuesto al comienzo, pero como al nivel de los seres sexuados no hay fórmula de la relación, el síntoma es nuestro recurso, es lo que se utiliza para suplirla
Por eso el psicoanálisis en este momento histórico sostiene con valentía la posibilidad de servirse de un amor más digno en tanto no se sostendría de la pura palabrería sino del anudamiento
Y, precisamente porque algo fundamental en el amor es del orden de la contingencia, el amor puede ser una vía de acceso, de subjetivación, de ese lugar radical de la contingencia en la vida del sujeto. Puede ser, incluso, un modo de hacer con ella, un modo de hacer no conducente a un cinismo que, de lo contrario, sería difícilmente evitable
…si el amor, tornándose un juego cuyas reglas se conocen, hallara un día –pues tal es su función – al término de esto: que es uno de los Unos de esos tres, si funcionara uniendo el goce de lo Real con lo Real del goce, ¿no habría aquí algo que valdría el juego?
Lacan nos propone pasar del orden a lo nodal, inaugurando así otro modo de lectura. Al tomar apoyo en las diferentes formas en que se anudan real, simbólico e imaginario, el amor cobra relieve como medio, esta vez para aproximar lo real a lo simbólico…
…Lo que nuestra práctica nos revela, es que una cierta manera de amar es, para los analizantes, el modo más frecuente de hacerse un síntoma. Un lazo esencial para ellos pero también para la experiencia analítica misma…
…Recordemos que Lacan hizo surgir el “no hay relación sexual” como consecuencia de los dichos sobre el amor: “los dichos sobre el amor solo encuentran cómo ordenarse a partir del momento en que se formula con buena lógica que no hay relación sexual…
…La transferencia que el discurso analítico pone en acto, es el lugar privilegiado para poner de relieve esa referencia a la ausencia de relación y el efecto agujero que ella promueve. Un psicoanálisis puede alojar las palabras de amor para alcanzar ese punto de imposible, pero también puede crear las condiciones para que un fragmento de discurso amoroso haga que una vida sea posible
El amor femenino, en su versión erotomaníaca, está centrado en un “no sé quién soy, háblame de mí”, que no designa la imposición por parte de la historia de la inexistencia femenina, sino lo que los hombres están encargados de remediar. Es preciso que una palabra dé acceso al goce particular de una mujer que, como dice Lacan, se vuelve Otra para sí misma por mediación del hombre. En este devenir “Otra para sí misma” coexiste el devenir en el sentido de una inscripción en el lugar del Otro, y el goce femenino Otro, que no tiene el mismo resorte que el goce fálico, porque esconde un carácter de éxtasis, no localizado en el órgano