CITAS
Como quiera que sea, no se puede someter lo formulado por el paciente a los ideales estandarizados del sexo. No se puede decir en su lugar qué está bien para un sujeto. Es posible, en cambio, ayudarlo para que ponga sus elecciones a prueba de aquello que, tal vez, se juegue en ellas sin que él lo sepa, introducir un cuestionamiento allí donde la certeza ocupa todo el lugar, descubrir con él los aspectos desconocidos de su determinación, de su creencia en esa identidad que quiere alcanzar, en reemplazo de aquella que el destino anatómico le asigno
… la lógica binaria del significante explica solo una parte de la sexualidad, de las identificaciones y de los modos de gozar, y no es la parte más importante. Digamos que explica únicamente la parte representable de la sexualidad, aquello que se suele llamar hoy género. Explica el baile de máscaras, pero no puede decir nada de la música y de la partitura con la que se mueve el baile
Viena 9 – 4 – 1935
Estimada señora. [Borrado]:
Deduzco de su carta que su hijo es un homosexual. Me ha llamado la atención extraordinariamente el hecho de que usted no mencione este término en su información que acerca de él me envía. ¿Puedo preguntarle por qué lo elude? Sin duda no representa el homosexualismo una ventaja, pero tampoco existen razones para avergonzarse de él, ya que no supone vicio ni degradación alguna. No puede clasificarse como enfermedad; la consideramos una variación de la función sexua
La elección inconsciente de mi otro partenaire tras un encuentro contingente fue más sinthomática y más allá del padre. Amor y pulsión se anudaron de otro modo. Me sedujo su voz y su modo de hablar, pero principalmente es un hombre que me hace abrir la boca para hablar y para probar las delicias que me cocina. Podría decir que el chef es mi frutilla del postre. Pase de ofrecerme como comidita al goce del Otro, a hacerme hablar y disfrutar de una buena cena.
Un órgano no es instrumento más que por mediación de esto, en lo que todo instrumento se funda: que es un significante.
El transexual no lo quiere en calidad de significante, y no así en calidad de órgano. En eso padece un error, que es justamente el error común. Su pasión, la del transexual, es la locura de querer liberarse de de ese error, el error común que no ve que el significante es el goce y que el falo no es más que su significado. El transexual ya no quiere ser significado falo por el discurso sexual, que, lo enuncio, es imposible. Su único yerro es querer forzar mediante la cirugía el discurso sexual que, en cuanto imposible, es el pasaje de lo real
Recomencemos lo que hoy nos interesa, la pista de Joyce. ¿Qué nos indican las cartas de amor a Nora? Hay en ellas cierto número de coordenadas que es preciso marcar.
¿Qué es, pues, esta relación de Joyce con Nora? Cosa curiosa, diré que es una relación sexual, aunque sostenga que no la hay, pero es una extraña relación sexual.
Este goce del Otro, parasexuado, no existe, más aun, no podría, le sería imposible existir si no mediara la palabra, la palabra de amor en particular, que es de veras la cosa, debo decirlo, más paradójica y más asombrosa
El espíritu de los nudos – dice J.-A. Miller – no es la cúpula de la doctrina fálica, “es esencialmente el recordatorio de la disyunción que funda el nudo, la de lo simbólico, lo real y lo imaginario, o sea, el recordatorio de que el hombre es compuesto, de que no es una substancia, un ser que depende del cuerpo, no es un ser aristotélico [:] el sinthome es lo que le da una substancia”. Este nuevo punto de partida tiene como consecuencia una doctrina del amor que no se funda en el narcisismo de la imagen, sino de la articulación del sujeto con lo real
Esta en Lacan presente así la idea de que es posible destituir al sujeto de su fantasma fálico, la idea – si puedo poner esto en imágenes aun mas sencillamente – de que es posible hacer que el ser hablante (no simplemente el hombre) le diga sí a la feminidad, renuncie a ese rechazo de la feminidad que lo afecta
¿Qué enseña el psicoanálisis sobre el amor? Y en particular, al hecho de que el partenaire está fundamentalmente indeterminado para el sujeto, lo que en Freud queda encubierto por el término bisexualidad. Cuando se trata de la indeterminación estructural del partenaire, el sujeto solo puede encontrarlo dando un rodeo por la condición de amor. Al mismo tiempo, hay que decir que el sexo inconsciente tampoco está determinado, y por eso no solo hablamos de sexo sino también de sexuación.